Su obra la han alabado por unanimidad políticos, artistas y público general, en una fecha que marca el inicio de una nueva religión: “El gabismo”. Así lo cree la editora Carmen Balcells, una de sus colaboradoras más cercanas. García Márquez falleció el jueves, a los 87 años.
“A ver si la vida me alcanza para adorarlo y disfrutar de los primeros milagros. Seguro que hará cosas extraordinarias. Yo prometo avisarles si la primera cosa que le he pedido me la concede. Si hay fe, sale”, ha señalado a Efe una de las agentes literarias más famosas del mundo, que no ha querido desvelar su petición.
“Muy impresionada” por el “impacto mundial” de la muerte de Gabo, Balcells da forma con esas palabras al fenómeno que hoy se ha materializado en todo el mundo a través de multitud de condolencias de políticos de signos tan dispares como Obama y Raúl Castro, representantes del mundo de las artes y público general, que han copado las redes sociales con una sentida despedida del escritor.
La agente literaria también da con estas declaraciones continuidad al mayor legado de Gabriel García Márquez: el realismo mágico. Un concepto cuya única condición y “como su nombre lo indica”, es “que sea un hecho rigurosamente cierto que, sin embargo, parece fantástico”, según la propia definición del Premio Nobel.
Esta particular manera de ver el mundo quedó grabada de especial modo en “Cien años de soledad” (1967), una de las cimas de la literatura universal, que ha pasado por las manos de lectores de todo el mundo gracias a sus 30 millones de ejemplares vendidos en 35 idiomas.
“Los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía, donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”, esgrimió en una ocasión uno de los escritores con un intenso compromiso social y político.
Mario Vargas Llosa ha alabado, visiblemente emocionado, la grandeza de un escritor cuyas obras “le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier”, ha declarado quien fuera gran amigo suyo hasta que en 1967, y por causas desconocidas, dejaron de hablarse, tras una pelea que no ha hecho sino acrecentar la leyenda que rodea al escritor y su mundo.
Gabriel García Márquez, en 1994 en una entrevista con Efe había dicho: “Si uno no crea, es cuando le llega la muerte”. Y así, en su prosa, perdurará en “el gabismo”.