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–¿Con qué se va a encontrar el público que lee el libro?
–Lamentablemente, las enseñanzas de la situación por la que atravesé fueron muy dolorosas. Fue un aprendizaje a costa de hechos duros. Al pasar por estos diagnósticos, me di cuenta de que esa palabra “cáncer”, que pensaba que estaba muy alejada de mí, no era así. Me percaté también de que la dolencia no era realmente rara como yo creía. Y descubrí que, lamentablemente, mucha gente, incluso de mi entorno más cercano, padecía de la misma enfermedad. Pero la gente opta por el silencio. Prefiere esconder. Todo hecho tiene un porqué. Y también un para qué. Quiero transmitir, de manera humilde, esos momentos por los que he pasado y cómo los he superado. El libro trata de transmitir un mensaje de que “sí se puede”. Deseo que la gente entienda, que no siempre el cáncer es una especie de rótulo con fecha de vencimiento cercano.
–¿Por qué decidió contar su historia muy íntima?
–El cáncer no es una dolencia por la que uno debería sentirse avergonzado. Me decidí a escribir esto como un testimonio de vida. Le identifiqué con un título. Le puse “Mis días contados”. Y lo elegí porque encierra ese deseo de narrar lo que pasa por la mente de alguien, cuando se padece de esta enfermedad. Hoy estoy totalmente libre del cáncer. Estoy plenamente curado. Y hago una vida normal.
–¿Qué mensaje final se revela en la historia narrada?
–El libro cuenta mi creencia de que ese influjo de optimismo que todo mi entorno me transmitió, además de las esperanzas y ganas de vivir, fueron factores positivos para que mi cuerpo respondiera maravillosamente luego de esta prueba de fuego. Uno revive su creencia en un ser superior.
–¿Cómo encara ahora su vida cotidiana?
–Luego de todos estos avatares y tormentos, lo positivo es que pude aprender a disfrutar mejor y mucho más de la vida y de todos sus recodos. Ahora conozco y disfruto de todos esos detalles que solamente se cuentan en esa letra chica del contrato de vida suscrito con el Creador y no con una enfermedad cruel.
Es un nuevo modo de ver, enfocar y disfrutar todos los aspectos de la vida.