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El 8 de abril de 2010 cinco mujeres narradoras iniciaron este colectivo que, desde entonces se ha convertido “en un puntal” de este arte en nuestro país, según subrayó Aura Brítez, cocoordinadora del grupo junto a Laura Ferreira.
Esta década de trabajo, la agrupación ha venido realizando el Encuentro Internacional de Oralidad “La patria que late en mi”, la escuela taller Arte Palabra, Kunu’û con cuentos, un proyecto de formación para abuelos y abuelas cuentacuentos; entre otros proyectos.
Brítez subrayó que la diferencia entre el narrador escénico y el actor está en el quiebre de la “cuarta pared”, ya que ellos incorporan a su propuesta las reacciones y la emoción del público. Y aunque hoy la cuarentena no les permita tener ese frente a frente con el espectador, ponen su arte ante la cámara y comparten diversos cuentos orientados al público infantil.
Días atrás, por ejemplo, formaron parte de un Festival virtual de Cuentacuentos por el Día del Libro, organizado por dos narradores mexicanos.
También en su página de Facebook se pueden encontrar las participaciones del grupo en el Festival “Cultura desde mi casa” que, según Brítez, les permite convertirse en “multiplicadores de animar a la gente”.
Igualmente, destacó que si bien este festival resulta un paliativo, así como los kits de alimentos que se distribuyeron, los artistas siguen sin la posibilidad de acceder a un seguro social. Remarcó, en este sentido, acerca de la necesidad de contar “con políticas culturales acordes a nuestra realidad”.
Por otra parte, Brítez sostuvo que actualmente los vídeos que están compartiendo están dirigidos al público infantil, pero también acostumbran realizar espectáculos de narración para adultos en bares y otros espacios.
“Queremos que el niño que está en la casa tenga algo diferente. No les vamos a dejar solitos en sus casas”, acotó.
Destacó también la respuesta que está teniendo Mariel Von Nowak, otra de las integrantes del colectivo, con sus vivos en Instagram; mientras anhela que “la gente valore un poquito más” el trabajo que realizan.
Brítez comentó además que la pandemia significó para Artesanas de la Palabra la cancelación de giras y espectáculos, así como de las clases de la escuela taller Arte Palabra, que acababan de comenzar.
También afirmó que este año podrían llevar al plano digital el Encuentro Internacional de Oralidad “La Patria que late en mí”, que el año pasado llevaron adelante con fondos propios.