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Cammesa, según el material informativo que publicó esta semana mundopoder.com del vecino país, advertía que “de no importar electricidad de países vecinos, podría aplicarse cortes programados”.
La publicación de referencia agrega que en esta temporada hubo ya “fuertes importaciones de Brasil”, de cuyo sistema “llegaron unos 2000 MW el martes y otros 1.150 MW hasta la media tarde del jueves” (semana del 20 al 24 de enero).
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Esta mañana, al menos hasta las 11:00, según el mapa de flujos de potencia de Cammensa, el SADI (Sistema Argentino de Interconexión) no estaba recibiendo nada desde Brasil, Uruguay y Chile, solo de nuestro país y de Bolivia, que recién incursiona en la actividad exportadora de energía eléctrica.
Explica el medio de referencia que las lluvias de los últimos días en Brasil permitieron que las represas hidroeléctricas generen suficiente energía para facilitar su envío a la Argentina. “También hubo refuerzos desde Paraguay, Bolivia y Chile”, dice.
Descartan la posibilidad de cortes programados, pero...
Apunta el medio informativo que en la Secretaría de Energía de la Argentina “descartan la posibilidad de cortes programados, pero que admiten que se conformó “una mesa de diálogo permanente, tanto con las empresas generadoras, como con las grandes consumidoras, para coordinar los picos de oferta y demanda”.
Explica que ciertos planes de contingencia, “como el uso de barcos generadores de energía, fueron descartados por falta de infraestructura” y que en esta coyuntura y contexto, la “prueba de fuego” que esperan en Argentina se dará “cuando existan varios días consecutivos con 35 grados y la demanda supere los 29.000 MW”.
Para dimensionar correctamente ese pico, recordemos que en nuestro país la Demanda Máxima de Potencia superó el año pasado ligeramente los 5.000 MW. En enero, por ejemplo, el día 9, a las 14:05, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) registraba un pico de demanda de 4.723 MW de potencia, superior a la potencia instalada de la central Yacyretá (3.100 MW). Apuntemos también que la capacidad instalada de Itaipú es de 14.000 MW.
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En fuentes locales se apresuraron en aclarar que la energía asociada a la potencia que la ANDE pone a disposición del SADI es de su central hidroeléctrica Acaray, que etiquetar la cesión de una parte de la energía paraguaya en Yacyretá, al menos hasta que haya una genuina revisión del Tratado, como exportación sería un grave error, no solo semántico, sino principalmente estratégico para el Paraguay.
Exportación real de la ANDE
En los diez primeros meses del 2024, la ANDE exportó al sistema argentino 86.821 MWh, el 12,5% de toda la energía que produjo Acaray en ese lapso (692.129 MWh), según el trabajo que realizó sobre el punto el Viceministerio de Minas y Energía. De los dos meses restantes del ejercicio 2024, aún hoy nada se sabe.
Acerca de la tarifa que paga la Argentina a sus exportadores, según otra publicación argentina, en este caso de Econo Journal, ronda los US$ 100/MW, lejos de los US$ 21 que la ofrecen a la ANDE desde Brasil, la mejor oferta, por la energía de Acaray. “El vicepresidente de Cammesa, Mario Cairella, impulsa la firma de nuevo contrato de importación de energía desde Brasil, que implicaría convalidar un precio cercano a los US$ 100/MWh”, se lee en este medio.