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De acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), solo al cierre del 2024, este déficit alcanzó G. 2,2 billones (US$ 281 millones) que prácticamente duplica el monto alcanzado en el 2023 de G. 1,1 billones (US$ 144,8 millones).
Según el informe del MEF, la Caja de Jubilaciones del sector público registró al mes de diciembre ingresos por más de G. 3 billones (US$ 393,8 millones). En tanto que los gastos realizados en ese mismo periodo, para pagar jubilaciones y pensiones a los beneficiarios, demandó más de G. 5,3 billones (US$ 675,8 millones) y de ahí surge esta diferencia de G. 2,2 billones que fue financiado con nuestros impuestos.
En la última década, entre el 2015 y 2024, el déficit de las jubilaciones totalizó, G. 8,66 billones (son alrededor de US$ 1.110 millones al cambio actual), de acuerdo con las cifras oficiales del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
En el ritmo que se viene incrementando el agujero de la Caja Fiscal, el propio MEF advirtió en un reciente informe que los recursos excedentes se agotarán en el mediano plazo y el déficit en 2027 se estima en 1,3% del PIB, lo que representa unos US$ 506 millones que el Tesoro tendrá que financiar.
Según las proyecciones, de este monto total, el déficit para el programa no civil (policías y militares) se estima en US$ 217 millones y para el programa civil (administración pública, magistrados judiciales, magisterio nacional y docentes universitarios) US$ 289 millones.
Tras años de postergación, a pesar de las recomendaciones realizadas por economistas y gremios empresariales locales, así como por organismos financieros internacionales, el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, anunció finalmente la reforma para este 2025.
La intención del gobierno de Santiago Peña (ANR-HC) es presentar al Congreso un proyecto de ley para iniciar la discusión.
La expectativa es que para fin de año se podría lograr una media sanción.