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Las tasas pasivas son pagadas por las entidades financieras al público por sus depósitos. Se denomina pasiva porque el dinero que el público deposita en una entidad constituye una deuda para la misma o un pasivo. Mientras que las tasas activas son la que los bancos cobran al público por los préstamos que otorgan.
El análisis realizado para el periodo de 2018 a octubre del 2024 mostró fluctuaciones significativas sobre la tendencia del promedio ponderado de las tasas de interés efectivas en moneda nacional en bancos de Paraguay.
En enero de 2018 la tasa activa promedio había alcanzado 16,26%, mientras que la pasiva se ubicó en 4,32%. Durante el mismo año, la tasa activa disminuyó a 15,25% en diciembre, y la pasiva experimentó un ligero aumento hasta 4,62%. Esta tendencia inicial evidenció una contracción en el costo de los préstamos, acompañado de un leve incremento en los rendimientos ofrecidos a los ahorristas, de acuerdo con datos del Banco Central del Paraguay (BCP).
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En 2019, las tasas mostraron variaciones más moderadas. La activa inició el año con 16,18% y cerró en 14,93%, mientras que la pasiva osciló entre 4,56% y 4,60%. El comportamiento reflejó una relativa estabilidad en el sistema financiero, con una ligera reducción en los costos del crédito.
La llegada de la pandemia en 2020 introdujo un impacto significativo. En abril de ese año la tasa activa descendió a 13,77%, mientras que la pasiva cayó a 4,12%. Este fenómeno estuvo vinculado a la contracción económica global y las políticas monetarias expansivas adoptadas para mitigar los efectos de la crisis sanitaria. En 2021 las tasas continuaron disminuyendo, alcanzando su punto más bajo en octubre, con una tasa activa de 10,98% y una pasiva de 3,12%. Este periodo coincidió con una política de estímulo para fomentar la reactivación económica.
Cambios en el escenario
A partir de 2022 se observó una tendencia de recuperación en ambas tasas. La tasa activa subió a 13,64% en enero, alcanzando un pico de 15,53% en octubre. Por su parte, la tasa pasiva también mostró incrementos, pasando de 3,53% en enero a 5,52% en diciembre. El comportamiento fue producto de un entorno de mayor demanda de crédito junto con un ajuste en los rendimientos ofrecidos por las entidades financieras.
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En 2023 y 2024 se registró una relativa estabilización relativa. En octubre de 2024 la tasa activa se ubicó en 13,01%, mientras que la pasiva llegó a 4,40%. La convergencia gradual de ambas tasas puede interpretarse como resultado de un entorno financiero más equilibrado, aunque influenciado por factores como las políticas monetarias del Banco Central del Paraguay y las condiciones macroeconómicas globales.
Para el año 2025 el escenario se presenta con cierta incertidumbre, sobre todo en el contexto internacional por lo que el consistente monitoreo de las autoridades monetarias y económicas, en general, es clave en la estabilidad del sistema financiero del país.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.