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En Paraguay, la inflación ha mostrado un comportamiento relativamente estable, con niveles controlados y sin evidenciar una volatilidad extrema en comparación con otras economías de la región. En el presente análisis, se examina la evolución del índice de precios al consumidor (IPC) y de tres de sus principales componentes —frutas y verduras, servicios tarifados y combustibles— durante el periodo 2018-2024, con base en los datos proporcionados por el Banco Central del Paraguay (BCP).
Los datos reflejan que la inflación total experimentó un ascenso sostenido entre 2018 y 2021, pasando de 1,9% a un máximo de 8,3% en 2021. Este aumento estuvo impulsado, en gran medida, por el incremento de los precios de los combustibles, que alcanzaron un nivel máximo de 34,6% en ese mismo año. Se explica, principalmente, por el encarecimiento del petróleo en los mercados internacionales y su incidencia en la recuperación económica tras la pandemia. A partir de 2022, la inflación comenzó a moderarse, ubicándose en 3,1% en noviembre de 2024, un nivel comparable al de 2018 y 2019, lo que indica cierta estabilidad inflacionaria, aunque persisten presiones en algunos componentes específicos.
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Las frutas y verduras mostraron una marcada volatilidad a lo largo del periodo analizado. En noviembre de 2022, este grupo alcanzó un incremento interanual de 23,6%, vinculado a condiciones climáticas adversas que afectaron la producción agrícola. Sin embargo, en noviembre de 2024, experimentó una deflación de 10,2%, lo que podría atribuirse a una recuperación de la oferta o a una contracción en la demanda. El comportamiento refleja la alta sensibilidad de esta categoría a factores climáticos y estacionales, lo cual representa un desafío para la estabilidad de la inflación general.
Por su parte, los servicios tarifados registraron un comportamiento más estable. En noviembre de 2022, mostraron una variación negativa de 2,1%, mientras que en 2023 alcanzaron su punto más alto con un incremento de 5,3%. El repunte en 2023 probablemente se relaciona con ajustes tarifarios posteriores a la pandemia.
En cuanto a los combustibles, este componente se destacó por su alta volatilidad. Luego de alcanzar un pico de 34,6% en 2021, sus precios descendieron de forma significativa, registrando variaciones de -12,0% en 2023 y -2,6% en 2024. La dinámica podría estar vinculada a la caída de los precios internacionales del petróleo.
Los combustibles y las frutas y verduras se identifican como los componentes más volátiles de la inflación en Paraguay, mientras que los servicios tarifados representan un factor estabilizador. Las perspectivas para 2025 dependerán de factores internos y externos, como la estabilidad de los precios internacionales del petróleo, los eventos climáticos y las políticas públicas adoptadas.
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Pico en 2021
La inflación total experimentó un ascenso sostenido entre 2018 y 2021, pasando de 1,9% a un máximo de 8,3% en 2021, impulsado, en gran medida, por los precios de los combustibles.
Rubros volátiles
Combustibles, frutas y verduras se identifican como los componentes más volátiles de la inflación en Paraguay, mientras que los servicios tarifados representan un factor estabilizador.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones