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Si bien el reporte del Inbio indica que la distribución de las lluvias recientes recargó la humedad del suelo y benefició las etapas de floración e inicio del llenado de granos, aún se pueden enfrentar condiciones climáticas adversas.
Por ejemplo, para lo que resta de diciembre, se proyecta acumulados de precipitaciones superiores a lo normal en la Región Oriental, aunque en el norte de esta área y gran parte de la Región Occidental las lluvias estarían por debajo de los rangos normales, lo que aumenta el riesgo de estrés hídrico.
“Para enero del 2025, se pronostican precipitaciones normales o superiores en el Chaco, favoreciendo los cultivos. En contraste, la Región Oriental registraría lluvias por debajo de lo habitual, incrementando el riesgo de estrés hídrico”, añadió.
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Para febrero, en cambio, se mantendría esta tendencia: condiciones favorables en el Chaco, con lluvias dentro o por encima de lo normal, mientras que en la Región Oriental persistirían las precipitaciones bajas, lo que podría prolongar el estrés hídrico en áreas más vulnerables, de acuerdo con las proyecciones del Inbio.
Respecto a la amenaza de instalación de “La Niña” para este fin de año, que se caracteriza por la sequía y el déficit de lluvias, desde el Inbio señalaron que los últimos pronósticos indican una tendencia al debilitamiento del fenómeno climático, aunque se mantiene un 73% de probabilidad de condiciones durante el trimestre de diciembre a febrero.
Hay amenazas de olas de calor
El Inbio destacó además el pronóstico de “aumento de temperaturas medias superiores a lo normal” para diciembre, enero y febrero, en el norte, centro y este de la Región Oriental y en amplias áreas de la Región Occidental. ”En febrero, predominarían temperaturas superiores al promedio en todo el territorio, con mayor probabilidad de olas de calor (más de 39 °C) en algunas regiones”, añadió.
Los sitios con mayores probabilidades de observar eventos de olas de calor se encuentran en el centro y norte de la Región Oriental, y toda la extensión de la Región Occidental.
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Se recomendó a los productores adoptar un cuidadoso manejo y la toma de decisiones oportunas, en un contexto de condiciones desafiantes por la persistencia del riesgo de estrés hídrico y la amenaza de olas de calor.