Sin reformas nunca vamos a estar mejor, afirma Beltrán Macchi, empresario

El empresario Beltrán Macchi Salin advirtió que la situación actual de la salud, educación, seguridad y transporte exigen profundas reformas y que sin esto “nunca vamos a estar mejor” y que nos estamos condenando al atraso. Añadió que la ineficiencia en el sector privado no dura, pero, en cambio, la toleramos cuando viene del Estado.

La falta de medicamentos en los hospitales públicos es un reclamo de todos los días.
La falta de medicamentos en los hospitales públicos es un reclamo de todos los días.Gustavo Machado

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¿Por qué no funcionan las reformas del Estado en Paraguay?, fue la pregunta que lanzó el empresario Beltrán Machi Salin, a través de su cuenta en la red social X, para reflexionar sobre este recurrente reclamo de la ciudadanía.

El posteo arranca señalando que, si se exceptúan el ajuste de la Caja Fiscal, la Ley de Responsabilidad Fiscal, la creación de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), aún no se logró impulsar las reformas que generen las transformaciones que necesita el país.

“Para mí, la razón es simple: una reforma real requiere VALENTÍA (con mayúsculas). Y eso es lo que nos falta, a los políticos y a la sociedad”, aseguró y, luego, añadió otra pregunta ¿qué significa reforma?, y para responderse el mismo: es “dar-nueva-forma”.

Macchi Salin sostiene que nuestra situación actual en salud, educación, seguridad y transporte exige reformas profundas.

“En esencia, Paraguay funciona con sistemas y regulaciones del siglo pasado, en la era digital. Nos estamos condenando al atraso”, afirmó.

Luego indicó que la “transformación digital, identidad digital, gobierno digital… Pero, ¿dónde está la estrategia? Sin hoja de ruta, no hay reformas y sin reformas no hay futuro”, sentenció.

Beltrán Macchi, presidente de la Asoban.
Beltrán Macchi Salin, empresario.

Reformas no pueden ser solo cosméticas

El empresario insistió en que las reformas no pueden ser solo “cosméticas” y citó, por ejemplo, la unificación de instituciones y la mayor recaudación, pero preguntó nuevamente si se mejoró el gasto.

Dijo que las empresas públicas son una carga y, en ese sentido, apuntó si las ¿cerramos?, ¿vendemos?, ¿mejoramos?, e inquiere de nuevo si estas pequeñas “reformas” pasan el examen de maquillaje o se trata de más de lo mismo.

“En el mundo privado, las ineficiencias no duran. ¿Por qué las toleramos cuando vienen del Estado? ¿La cobardía nos hizo normalizar la mediocridad?”, disparó.

Las preguntas lanzadas para la reflexión

El posteo del empresario continúa con estas preguntas:

- ¿Cómo puede ser que produzcamos tanta energía, pero tengamos cortes semanales de luz?

- ¿Ley policial? Apenas aprobada, buscan modificarla, debilitando sus aspectos más reformistas.

- ¿Educación? Se inician proyectos de infraestructura y capacitación, pero la “transformación educativa” está frenada por la polarización ideológica.

- Pensiones, función pública, empleo privado, sistema de salud y una larga lista de pilares del desarrollo siguen sin cambios sustanciales.

Dirección General de los Registros Públicos, dependiente del Poder Judicial.
Dirección General de los Registros Públicos, dependiente del Poder Judicial.

Falta valentía para encarar reformas

Macchi Salin indica que “no parece haber valentía para encarar las reformas que, en teoría, todos estamos de acuerdo en necesitar, con urgencia”.

A su criterio, todo requiere una estrategia integral, porque las reformas aisladas y contradictorias perpetúan los problemas.

En ese contexto, mencionó como ejemplo que el Servicio Nacional de Catastro y el Registro Público unificados es esperado por todos, pero con el Poder Judicial a cargo, “mi expectativa es: más costos, más plazos y un servicio aún deficiente”.

Sostiene que “el Poder Judicial sigue secuestrado por la corrupción. Aquí no basta una reforma: necesitamos una cirugía mayor que incluya la reforma política. “Esta es la madre de todas las batallas”.

Debilidad institución el mayor mal

Afirmó que la “debilidad institucional es nuestro mayor mal. Sin balance entre poderes del Estado, quedamos a merced de los gobiernos de turno”.

El empresario enfatizó que “sin reformas profundas, nunca vamos a estar mejor. Si seguimos como hasta ahora, avanzaremos lentamente, sin alcanzar el bienestar deseado”.

Dijo que se necesita un cambio profundo o una crisis que nos obligue a actuar y reconoce que las reformas son difíciles, pero no imposibles.

“Paraguay merece un futuro mejor y solo lo lograremos con gente valiente que tenga el coraje de hacer realidad cambios profundos”, concluye.

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