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ODS 01: Fin de la pobreza
La pobreza extrema, definida como sobrevivir con menos de 2,15 dólares diarios en paridad de poder adquisitivo de 2017, ha mostrado una tendencia decreciente en las últimas décadas. Entre 2000 y 2014 la reducción anual promedio fue de 1,28 puntos porcentuales, mientras que entre 2015 y 2019 esta disminución se desaceleró a 0,54 puntos porcentuales anuales. Sin embargo, en 2020, la pandemia de covid-19 interrumpió este progreso, elevando la población en pobreza extrema a 724 millones, 90 millones más de lo previsto antes de la crisis sanitaria.
En 2021, la pobreza extrema se redujo ligeramente del 9,3% (2020) al 8,8%, pero factores como el conflicto en Ucrania, el aumento del costo de vida y el cambio climático complicaron los esfuerzos por reducirla. Para finales de 2022 la ONU estimó que 670 millones de personas (8,4% de la población mundial) seguían en pobreza extrema, y se proyecta que 575 millones (7,0%) permanecerán en esta condición en 2030, lo que refleja un progreso limitado.
En Paraguay, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 la pobreza extrema afectó a 355.307 personas (6,1% de la población). En 2023, alrededor de 66.000 personas superaron este umbral, lo que redujo la tasa al 4,9%, equivalente a 289.641 personas en esta condición.
ODS 04: Educación de calidad
Entre 2015 y 2021 las tasas globales de finalización educativa avanzaron moderadamente. La educación primaria aumentó del 85% al 87%, la secundaria inferior del 74% al 77% y la secundaria superior del 53% al 58%. Desde 2019 los Estados miembros de la Unesco han establecido metas nacionales para mejorar el acceso a la educación. Sin embargo, solo uno de cada seis países proyecta alcanzar la finalización universal de la secundaria para 2030, y se estima que 84 millones de niños y jóvenes seguirán sin asistir a la escuela en ese año.
La pandemia de covid-19 agravó los desafíos educativos al generar pérdidas de aprendizaje en cuatro de cada cinco países analizados. Una evaluación del Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora evidenció retrocesos en 21 de los 32 países evaluados, mientras que otras investigaciones mostraron que los cierres escolares ocasionaron pérdidas equivalentes al 30% de un año escolar en matemáticas y al 35% en lectura.
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El acceso a instalaciones escolares básicas es esencial para garantizar entornos de aprendizaje seguros. Sin embargo, una de cada cuatro escuelas primarias carece de servicios fundamentales, como electricidad, agua, saneamiento e instalaciones para lavarse las manos. Además, menos de la mitad de estas instituciones dispone de computadoras, Internet o infraestructura adaptada para personas con discapacidades. Las regiones con mayores carencias incluyen Asia central, Asia meridional, África subsahariana y América Latina y el Caribe.
En Paraguay, 148.308 jóvenes de entre 15 y 19 años no asistieron a instituciones de enseñanza formal en 2022. Para 2023, esta cifra descendió levemente a 146.828, representando una reducción del 1%. Las dificultades económicas continúan siendo el principal obstáculo, lo que resalta la importancia de fortalecer la educación pública y gratuita para garantizar un acceso inclusivo y equitativo para toda la población.
ODS 08: Trabajo decente y crecimiento económico
El PIB real per cápita global creció un 1,8% anual entre 2015 y 2019, cayó un 4,1% en 2020 debido a la pandemia, repuntó un 5,2% en 2021 y se desaceleró al 2,2% en 2022. Para 2023 se estimó un crecimiento del 1,4%, seguido de un leve aumento al 1,6% en 2024.
El empleo informal, que disminuía lentamente entre 2015 y 2019 (del 58,6% al 57,8%), se vio afectado gravemente por la pandemia. En 2022 repuntó al 58%, con cerca de 2.000 millones de personas en empleos precarios y sin protección social.
La tasa de desempleo mundial mostró una mejora significativa en 2022 al reducirse al 5,4% desde el 6,6% registrado en 2020, incluso por debajo del 5,5% prepandémico de 2019. Para 2023 se proyectó una leve disminución al 5,3% (191 millones de desempleados), lo que evidencia una mayor resiliencia en los mercados laborales de los países de ingresos altos.
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En Paraguay, el PIB per cápita real se contrajo interanualmente en 1,2% en 2022, pero creció un 3,3% en 2023. De acuerdo con datos del Banco Central del Paraguay (BCP), se proyecta un aumento del 2,6% en 2024. Por su parte, el INE reportó que la tasa de informalidad laboral bajó del 63,4% en 2022 al 62,1% en 2023, mientras que la cantidad de desocupados totales al cuarto trimestre del mencionado año alcanzó las 162.275 personas, un decrecimiento del 0,6% respecto al mismo periodo del año anterior.
Finalmente, los objetivos de desarrollo sostenible están interrelacionados, ya que las acciones en un área pueden influir directa e indirectamente en otras. En este contexto, priorizar la inversión en infraestructura escolar y mejorar la educación resulta fundamental para reducir las desigualdades.
Por ejemplo, un individuo que culmina la educación básica tiene mayores posibilidades de acceder a un empleo decente y formal, que una persona que abandona la escuela a temprana edad para trabajar en el sector informal, sin seguridad social y con bajos ingresos. Por tanto, la segunda persona enfrenta mayores dificultades para salir de dicha situación precaria.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones