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El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) tiene como objetivo garantizar la devolución de los depósitos hasta un límite máximo, ante la eventual resolución de algún banco o compañía financiera.
Los depósitos están protegidos hasta el equivalente de setenta y cinco (75) salarios mínimos mensuales en cada banco y/o compañía financiera y por persona física o jurídica, lo que equivale a G. 209,9 millones (US$ 26.909).
A septiembre de 2024, los depósitos del sistema financiero privado (sin BNF) ascienden a 148,7 billones de guaraníes, en tanto que la deuda de los depositantes susceptible de compensación antes del cómputo de la garantía acumuló un saldo de 136,7 billones de guaraníes.
Los depósitos garantizados una vez deducida la compensación se situaron en 24,5 billones de guaraníes, representando el 16,4% de los depósitos totales sin incluir al BNF. En cuanto a los recursos totales del fondo ascienden a US$ 1.110,9 millones, lo que representa el 35,4% de los depósitos garantizados una vez deducida la compensación y equivale a 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
En términos interanuales, estos recursos mostraron un crecimiento de 12% interanual, explicado especialmente por los recursos en dólares y, en menor medida, por los fondos en guaraníes. Este comportamiento se relaciona en parte con la política de inversión del FGD, que le permite invertir hasta el 70% de los recursos en dólares.
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¿Cómo se alimenta el fondo?
Los recursos del fondo se incrementan a partir de los aportes trimestrales que realizan las instituciones financieras (en función al saldo promedio de los depósitos) y el rendimiento que generan las inversiones que realiza el FGD.
Entre enero y septiembre, se ha registrado un crecimiento acumulado del flujo de los recursos del 16,4%, impulsado por los intereses generados por las inversiones (especialmente en dólares) y por los aportes de los bancos y compañías financieras.
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Cabe señalar que la normativa del FGD establece la suspensión del cobro de los aportes privados una vez que los recursos del Fondo (sin el aporte del Estado) alcancen el 10% de los depósitos totales del sistema financiero privado (artículo 3° de la ley 2334/03). A septiembre del 2024, los recursos sin contar con el aporte del Estado alcanzaron la cifra de 5,7% de los depósitos totales, superior a lo registrado en el IEF previo (5,4% a marzo).