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La ANDE, en su ambicioso Plan Maestro de Gestión y Control para la Reducción de Pérdidas Eléctricas 2024-2034, destaca que buscará enfrentar uno de los mayores desafíos del sistema eléctrico paraguayo: reducir las pérdidas totales de energía, que en 2023 alcanzaron un preocupante 28,5%, según informes técnicos. Para ello, se prevé una inversión de 359 millones de dólares entre 2025 y 2028, destinada a modernizar infraestructuras, optimizar procesos y combatir el uso irregular de energía.
El plan establece un marco estratégico dividido en tres áreas fundamentales: La reducción de pérdidas técnicas, la disminución de pérdidas no técnicas y una gestión eficiente y sostenible.
Con respecto a la reducción de pérdidas técnicas, indica que se realizarán inversiones en infraestructura como la actualización de redes eléctricas, la modernización de equipos y la adopción de tecnologías avanzadas de monitoreo y control para mejorar la eficiencia en transmisión y distribución.
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En tanto que para la disminución de pérdidas no técnicas, prevé la implementación de programas de detección de fraudes y robos de energía, fortalecimiento de los sistemas de medición y facturación, y campañas de concienciación para promover un consumo responsable entre los usuarios.
Y finalmente, para la gestión eficiente y sostenible, menciona la capacitación del personal, establecimiento de metas claras y medicinales, y rendición de cuentas para garantizar una administración transparente y orientada hacia la eficiencia.
Metas a corto, mediano y largo plazo
La ANDE definió un cronograma de acciones que abarcan horizontes temporales específicos. A corto plazo (2025-2028), deben tener los diagnósticos detallados y ejecución de medidas correctivas inmediatas para reducir las pérdidas totales al 15%.
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A mediano plazo (2029-2030) ya debe haber hecho la introducción de tecnologías avanzadas y modernización de los sistemas eléctricos existentes. Y a largo plazo (2031-2034), la implementación de redes inteligentes y consolidación de una cultura organizacional enfocada en la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Factores clave detrás de las pérdidas eléctricas
El plan de la ANDE se basa en estudios recientes realizados por consultoras internacionales como CEARE-BID y Ergon Energy-Banco Mundial, que identifican las causas más relevantes del problema. Entre ellos se encuentra la criptominería ilegal. Este sector emergente se convirtió en un factor crítico, sustrayendo grandes bloques de potencia de forma irregular y agravando las pérdidas no técnicas.
También la focalización geográfica, dado que son seis departamentos concentran el mayor porcentaje de pérdidas y serán los prioritarios para las acciones inmediatas del plan.
Con relación a la composición de las pérdidas eléctricas totales, de acuerdo a los datos proporcionados por la Consultora CEARE – BID (octubre, 2024), el 5,1% corresponde a Pérdidas Técnicas en Transmisión, siendo la diferencia de 23,4% las Pérdidas en Distribución (Pérdidas Técnicas y No Técnicas). De acuerdo con datos de estimación, estas últimas se encontrarían distribuidas en una relación de 50% de pérdidas técnicas en distribución y 50% de pérdidas no técnicas en distribución, con lo que existe un porcentaje de 11,7% de las pérdidas totales, que corresponderían a las pérdidas comerciales, que son gestionables.
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Se desprende además, del estudio de la Consultora Ergon Energy - Banco Mundial, en relación con las Pérdidas No Técnicas en Distribución, que el 25% se encuentra en el Nivel de Media Tensión, mientras que un 30% correspondería al sector residencial en baja tensión en los principales cascos urbanos, y el resto, que corresponde al 45% de las Pérdidas No Técnicas, en los sectores vulnerables, asentamientos y zonas periféricas a nivel país.
Impacto esperado
Con la ejecución de este plan, la ANDE proyecta una transformación significativa en el sistema eléctrico paraguayo, logrando una reducción de pérdidas totales al 15% para 2028, una mejora de la confiabilidad del servicio eléctrico y mayor sostenibilidad económica y operativa.
“Este plan aborda las pérdidas eléctricas desde varias perspectivas, combinando mejoras tecnológicas, medidas para combatir el fraude y el uso ineficiente de energía, junto con una gestión más eficiente y sostenible. La aplicación de este plan permitirá a la empresa reducir de manera efectiva las pérdidas eléctricas a corto, mediano y largo plazo, logrando optimizar la eficiencia dentro de la empresa”, sostiene el documento.