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Un informe del Centro de Industriales Metalúrgicos (CIME), elaborado junto con la Unión Industrial Paraguaya (UIP), destaca que entre 2010 y 2023, Paraguay dejó de generar 8.146 empleos directos al optar por importar torres de alta tensión. Esto representó una pérdida de US$ 58 millones en salarios y US$ 14,5 millones en IVA no recaudado, además de inversiones no realizadas por US$ 8 millones.
Todo ello sumado a otros factores, arroja que el costo socioeconómico total de no producir estas estructuras en el país ascendió a US$ 102 millones, un 60% más que el ahorro aparente de importar, según el estudio.
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Capacidad comprobada
Desde 2013, empresas metalúrgicas paraguayas demostraron su capacidad para fabricar torres, entregando proyectos en tiempo y forma, como la construcción de 60 torres para la ANDE y estructuras metálicas para Yacyretá, resalta el informe. Añade que desarrollaron infraestructura clave, como puentes metálicos, galvanizados en caliente y líneas de producción adaptables.
Aunque Paraguay compite favorablemente en la región, con precios similares a Brasil y Argentina, enfrentar a gigantes asiáticos es complejo.
El documento del CIME explica que las torres chinas e indias, a menudo investigadas por prácticas de dumping, ingresan a precios que no reflejan sus costos reales.
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Las firmas Zhejiang Shengda Steel Tower Co. y Ltd Skipper Limited, empresas provenientes de China e India respectivamente, proveyeron el 70% de las torres de alta tensión importadas en Paraguay desde que incursionaron en el mercado en el año 2016.
“No es solo cuánto cuesta una torre. Es cuánto nos cuesta no producirla aquí”, enfatizó por su parte el Ing. Manuel Bogarín, vicepresidente del CIME.
El informe también detalla que países como Brasil y Argentina producen todas sus torres de alta tensión de manera local, promoviendo su industria metalúrgica mediante políticas públicas e incentivos. Esto contrasta con Paraguay, que en los últimos años permitió una alta dependencia de importaciones, favoreciendo a industrias extranjeras.
El Ing. Bogarín instó a los bancos multilaterales a respaldar la industrialización del país, sin restringir el acceso a los fondos para obras del sector, debido a la medida adoptada por el Gobierno.