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En pleno Siglo XXI, con un avance extraordinario de la tecnología y la conectividad y, a pesar de contar con una de las centrales hidroeléctricas más grandes del mundo (Itaipú), en Paraguay todavía existen 78 mil puntos sin acceso a la electricidad. Durante la IX Semana de la Energía, el presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Ing. Félix Sosa, destacó el desafío que representa llevar energía eléctrica a esos lugares.
Durante la IX Semana de la Energía, en el panel “Impulsando el acceso universal a la energía en América Latina y el Caribe: el rol de la cooperación internacional”, el Ing. Sosa explicó los esfuerzos y colaboraciones internacionales que buscan asegurar acceso universal a electricidad en el país.
Paraguay, conocido por generar el 100% de su energía a partir de fuentes limpias y renovables, posee una cobertura de energía eléctrica superior al 99% a nivel nacional, resaltó. No obstante, persiste un importante desafío: alrededor de 78 mil hogares y comunidades aún no tienen acceso a la red eléctrica. De estos puntos, unos 50 mil están próximos a la infraestructura de distribución, hecho que facilitaría su conexión. Sin embargo, aproximadamente 28 mil se encuentran en zonas remotas, donde se requieren soluciones alternativas como sistemas solares y miniredes.
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Para enfrentar esta brecha, Paraguay cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la colaboración de la Universidad de Comillas de España, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos y la Universidad Nacional de Asunción. El titular de la ANDE contó que estos esfuerzos permitieron mapear detalladamente los puntos sin electricidad y planificar las mejores opciones para cada área.
Agregó que, según estimaciones, el costo total para cubrir los 78 mil puntos asciende a US$ 231 millones, con un gasto promedio de 3 mil dólares por cada nuevo punto de acceso.
El Ing. Sosa enfatizó la importancia de la cooperación internacional y del financiamiento de bancos multilaterales para alcanzar este objetivo. También resaltó la necesidad de estudiar las experiencias de otros países de América Latina para superar los desafíos de la “última milla”, donde las condiciones geográficas dificultan la conexión a la red eléctrica principal.
El presidente de la ANDE también recordó el éxito del programa de electrificación rural “Autoayuda”, en el que las comunidades paraguayas contribuyeron con recursos propios para lograr avances en cobertura. Este modelo, aunque efectivo para aumentar el acceso, afectó en su momento la calidad del servicio, lo que llevó a la ANDE a reconstruir 15 mil kilómetros de líneas en los últimos años, según explicó.
Asimismo, resaltó que el gobierno paraguayo reafirmó su compromiso de alcanzar el acceso universal sin renunciar a su política de energía 100% limpia y renovable. “Queremos que estos 78 mil puntos sin cobertura también cuenten con energía limpia”, aseguró el presidente de la ANDE, quien destacó que las soluciones planteadas, desde la extensión de líneas hasta la instalación de sistemas solares, mantendrán el sello de sostenibilidad que caracteriza a Paraguay.