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Por casi dos semanas, el titular del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), Juan Carlos Baruja (ANR-HC), soportó una protesta de organizaciones frente a la sede de la institución, ubicada en la calle Piribebuy esquina Independencia Nacional, Asunción. Los manifestantes eran los integrantes de “la multisectorial”, que aglutina a los involucrados en el programa Fondo Nacional de Viviendas Sociales (Fonavis), Ley N° 3637, y que realizan este tipo de movilizaciones casi de manera habitual. Esta vez también hubo campesinos e indígenas, pero las principales exigencias giraban en torno a los subsidios de vivienda.
En la jornada del sábado, desde la cartera convocaron a una conferencia de prensa y anunciaron el logro de un acuerdo entre las partes y que la multisectorial levantaba el campamento instalado frente a la institución. Referente al acuerdo, Walter Fernández, vocero de la multisectorial, afirmó a ABC que “el MUVH ahora tiene apertura para trabajar a puertas abiertas”.
Se intentó conocer más detalles del acuerdo y de qué promesas hizo el MUVH a los manifestantes, atendiendo a que hubo cientos de ellos en ruidosas protestas, durante días, con explosión de bombas. Pero Fernández sólo repitió que se logró “apertura”.
Al ser insistido sobre la denuncia que la organización había hecho de que en la cartera piden coimas para adjudicar recursos, se limitó a responder que no cuenta con pruebas para hablar de eso. Finalmente, se excusó de dar más comentarios.
¿Qué pidió la multisectorial?
La organización “multisectorial” exigía la designación directa del 33% de los subsidios del Fonavis, en cada llamado del MUVH, para sus miembros. El ministro Baruja se opuso radicalmente a ese pedido, argumentando que no se ajustaba a la ley y como respuesta, dijo que las viviendas de dicha organización eran de mala calidad. Incluso, en su momento llegó a denunciar al presidente de la asociación, Pulciano Sánchez, por falsear documentos presentados en el marco del programa Fonavis, y quien en el marco de ese caso, obtuvo una salida procesal.
Pero, ¿cómo es posible que un grupo de organizaciones exija designaciones directas de recursos públicos? Es que la propia ley del Fonavis lo permite. Al parecer, allí radicó la raíz del problema, porque la entrega de recursos se venía realizando prácticamente “a dedo”, como históricamente ha ocurrido, pero esta vez todo indica que la “multisectorial” y sus miembros fueron dejados de lado.
El Fonavis contempla subsidios de hasta 95% para la casa propia, principalmente a gente de escasos recursos. Para ello, el MUVH recibe proyectos para construcción de viviendas sociales que son presentados por los denominados “Servicio de Asistencia Técnica (SAT)”, que previamente tratan con los vecinos organizados (beneficiarios) y también la constructora que se encargará de la obra.
Adjudicaciones directas, sin concurso
De esta manera, el “SAT” y la constructora cobran el dinero del MUVH, de manera directa, sin concurso ni competencia alguna, y realizan las construcciones de viviendas, que luego se entregan a las organizaciones sociales. Tanto beneficiarios como los SAT y constructoras son miembros de la “multisectorial”, según reportaron.
Los proyectos que presentan los SAT prevén la construcción de 50 casas en promedio. Cada vivienda cuesta cerca de G. 100 millones, entonces el desembolso total ronda los G. 5.000 millones por cada proyecto habitacional.
La cuestión es que, según se denunció durante las protestas, en la administración de Baruja se exigía un “peaje” de G. 15 millones por casa. Si el “SAT” accede, le resta ese monto al costo de construcción que debería tener la vivienda. Entre los costos también está el seguro, por el cual se retiene 20% del costo total como garantía de control de calidad (es decir, unos G. 20 millones). De acuerdo con estos números, que dio a conocer la “multisectorial”, ya no se puede trabajar porque les quedaría solo G. 65 millones para financiar cada vivienda, que si bien es económica, debe reunir parámetros mínimos de calidad.
¿Hay realmente control de calidad por parte del MUVH?
En cuanto a la calidad de la obra, el MUVH cuenta con cuatro controles, al menos “en los papeles”. Eso, pues el SAT y la constructora están obligados a contratar a fiscalizadores de obras, quienes aprueban todos los avances de la construcción, también a un fiscalizador y a un supervisor de obras del MUVH.
Luego de esos tres controles, los informes de esos profesionales se verifican en el MUVH y recién después, éste realiza los desembolsos (al menos en teoría). Entonces, ¿cómo se explica que haya obras de mala calidad, tal como lo denunció Baruja? ¿Esa afirmación del ministro fue un reconocimiento tácito de que los controles de calidad en realidad no funcionan?
Sobre el punto, Fernández dijo que les molestó “que se hayan ido a verificar una obra y supuestamente había negligencia”. Tomaron supuestamente de referencia esa obra y ya no se les dio nuevas adjudicaciones. “No había negligencia”, aseguró.
Otra movilización termina, sin la reforma del Fonavis
Finalmente, no se exibieron pruebas de que en el MUVH hayan pedido coimas ni tampoco de que las viviendas de la “multisectorial” eran de mala calidad. Aún así, tal como pasó en ocasiones anteriores, las movilizaciones de la organización se levantaron, sin que ni siquiera se plantee una solución definitiva a la falta de transparencia del Fonavis, a través de una reforma que permita una mejor gestión de recursos públicos. Se habló al respecto, pero quedó en discursos.