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Los 125 legisladores, senadores y diputados, perciben mensualmente una dieta de G. 29.606.840 más gastos de representación de G. 3.168.000, que en total suman un ingreso mensual de G. 32.774.840.
Además disponen de combustibles, vehículos en las comisiones para “viajes oficiales”, pasajes aéreos en clase ejecutiva y que muchos de ellos incorporaron inclusive a la función pública a sus “nepobabies”, con contratos directos y sueldos millonarios.
Debe sumarse a todos estos privilegios, que no están al alcance del ciudadano común, que el legislador, al dejar el cargo después de dos periodos (10 años). con un mínimo de 55 años, ya puede acceder a una jubilación vip extraordinaria.
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La jubilación extraordinaria le otorga un haber equivalente al 60% del promedio de lo percibido en los últimos 60 meses en concepto de dietas y gastos de representación. En tanto que con tres periodos parlamentarios (15 años), la jubilación ordinaria será del 80% del promedio de lo percibido en los últimos 60 meses.
Si el jubilado fallece, el cónyuge, concubino o concubina, hijos menores de 18 años o hijos discapacitados, podrán recibir una pensión del 70% de los haberes del legislador fallecido.
Déficit de la Caja Parlamentaria
La Caja Parlamentaria está en déficit y los legisladores pretenden descargar sobre la ciudadanía que paga sus impuestos un subsidio de G. 3.500 millones para este año y otro del mismo monto que ya está contemplado en el proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2025.
De esta manera buscan sostener financieramente la jubilación vip que reciben los exparlamentarios y al que ellos, los actuales legisladores, accederán en un futuro próximo.
El proyecto de ley para subsidiar la caja ya tiene media sanción de la Cámara de Senadores y actualmente está a consideración de la Cámara de Diputados, donde se estima que será aprobado con extraordinaria rapidez para remitirlo al Ejecutivo para su promulgación.
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Se asegura, de acuerdo con los comentarios escuchados en el Congreso, que el presidente de la República, Santiago Peña (ANR cartista), promulgará la ley apenas lo reciba.
Los fondos que serán aportados por el Estado provendrán de la recaudación de impuestos que paga toda la ciudadanía, de muchos trabajadores asalariados o cuentapropistas quienes no perciban siquiera un sueldo mínimo y que en su vejez estarán lejos de recibir alguna jubilación.
Jubilación en el IPS
El Instituto de Previsión Social (IPS), por su parte, fija para la jubilación ordinaria de los trabajadores o aportantes privados 60 años de edad y 25 años de aportes, por los cuales recibirán como haberes el 100% del promedio de los últimos 36 meses de aportes.
A la jubilación extraordinaria acceden con 55 años de edad y 30 años de aportes, para recibir el 80% del promedio de los últimos 36 meses, porcentaje que aumentará a razón del 4% por cada año que sobrepase los 55 de edad, en el momento de solicitarlo, hasta los 59 años de edad.
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El IPS cuenta con más de 895.000 aportantes y más de 1.500.000 asegurados, de acuerdo con los datos expuestos el año pasado ante la Comisión Bicameral de Presupuesto del Congreso.
La entidad también reclama al Estado el pago de una deuda considerada histórica, de más de US$ 500 millones, en concepto de aportes que debió realizar desde la creación de la previsional.
Caja Fiscal del sector público
El subsidio a la Caja Parlamentaria no será la única que pague el contribuyente, en lo que respecta al sector público o Caja Fiscal, desde hace décadas viene financiando la diferencia entre los ingresos y pagos de haberes de los exfuncionarios y pensionados.
Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), desde 2010 el Tesoro ya llegó a inyectar subsidios por más de US$ 1.300 millones para cumplir con las jubilaciones de los beneficiarios, pero los gobiernos de turno, incluyendo el actual, continúan postergando su reforma.
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Un estudio realizado por el MEF alerta que las reservas de la Caja Fiscal se agotarán en el 2027 y que el Tesoro Público, con el dinero recaudado de los impuestos, deberá asumir el 100% del déficit para cumplir con los pagos mensualmente.
Los parámetros vigentes para la jubilación ordinaria en la Caja Fiscal son variados, dependiendo del sector: entre 55 y 62 años de edad para la jubilación y una tasa de beneficio entre 83% y 100% del promedio de 2, 3 y 5 años.