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El empleo informal sigue afectando a más del 60% de la población trabajadora del país. Incluye a empleados y obreros públicos, así como del sector privado, trabajadores domésticos que no aportan al sistema de jubilación o pensión, independiente de la situación de la empresa donde trabaja. Además, a los patrones o empleadores y trabajadores por cuenta propia, cuya empresa no está inscripta en el Registro Único de Contribuyentes (RUC), así como trabajadores familiares no remunerados, independientemente de que la empresa donde trabaja tenga o no RUC, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y ajustado a la situación de Paraguay.
Entre los años 2022 y 2023 se insertaron 88.629 personas más al mercado laboral, totalizando 2.372.030 empleados. De este grupo, el 62,1% o 1.472.704 personas estaban en condiciones de informalidad, lo que representó 25.954 hombres y mujeres que se sumaron a la población ocupada en condiciones de precariedad laboral. Por zonas geográficas, la informalidad se concentró en la urbana, con 1.020.504 personas en esta situación, frente a 454.200 ocupados informales en los puntos rurales del país.
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Entre el primer y segundo trimestre de este año 2024, la población ocupada se redujo en 51.746 personas, con lo cual 36.587 empleados informales también quedaron fuera del circuito laboral. Entre los meses de abril, mayo y junio, 1.488.149 trabajadores (62,9% de la población ocupada) eran informales, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En cuanto al empleo informal por género, de un total de 1.298.559 hombres ocupados en el 2023, el 59,7% se encontraba en la mencionada condición, mientras que, de 1.073.471 mujeres empleadas, el 65,0% trabajaban fuera del mercado formal. Al comparar con el 2022, se observa que la mano de obra masculina informal aumentó 13.201 y la femenina 12.753. Si bien existe mayor cantidad de hombres empleados, la informalidad marca casi una inexistente brecha, donde las mujeres son las más afectadas por condiciones de precariedad laboral y que se traducen en bajos salarios.
Categoría ocupacional
Los antecedentes muestran que la informalidad se concentra, principalmente, en el trabajador familiar no remunerado con la totalidad en condición de precariedad laboral, el/la trabajador/a doméstico/a acercándose igualmente al 100%, seguido del trabajador por cuenta propia, por encima del 70%.
Las demás categorías ocupacionales informales están constituidas por el empleado/obrero privado con más del 50%, el empleador o patrón con un nivel de informalidad de más del 30% y el empleado/ obrero público, en aproximadamente el 20% del total de ocupados.
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La alta informalidad en el país genera impactos en la economía. Desde la falta de transparencia de las empresas, nula contribución tributaria, competencia desigual hasta una total desprotección social para los trabajadores activos, que en unos años se sumarán a la población sin cobertura jubilatoria del país. Que a su vez generarán presiones a las cuentas públicas, dado que el Estado está obligado a responder a las necesidades mediante la incorporación a programas sociales como el de los Adultos Mayores, para el que se destinan anualmente alrededor de US$ 300 millones.
Por tanto, urge diseñar políticas de empleo e incorporación de personas a un sistema previsional que les garantice, ciertamente, bienestar en el presente y en la edad de retiro laboral.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.