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En el marco de la conmemoración del Día de la industria Nacional, es importante resaltar que tienen una marcada participación en la economía nacional, pero aún tienen un enorme potencial para desarrollar. No obstante, la esperanza está en que estas inversiones podrían venir al país a partir de la reciente mejora de la calificación de riesgo país que nos ubica en el “grado de inversión”.
El crecimiento proyectado para el sector secundario es de 2,5% para el presente periodo, tras un crecimiento del 3,4% en el año 2023. De acuerdo con el informe de anexo estadístico del BCP, en este grupo se encuentran las manufacturas que crecerán 4,4% este 2024, las construcciones 3% y el sector de electricidad tendría un retroceso de -2,8%.
El sector secundario en su conjunto tiene una participación de cerca del 32% en la generación del producto interno bruto (PIB), o sea de unos US$ 15.000 millones.
Según registros oficiales del Instituto Nacional de Estadística, en el país operan formalmente 46.654 industrias formalizadas con RUC activo y distribuidas en manufacturas, construcciones y de otros tipos. Las empresas manufactureras representan el 9,2% de este total de compañías registradas en el fisco, es decir, 28.769 entidades y emplean a unas 310.000 personas.
Enorme potencial
Para el analista financiero y consultor de inversiones Amílcar Ferreira, las industrias paraguayas tienen un enorme potencial de desarrollo por las ventajas comparativas que ofrece frente a otros países. Superando algunos desafíos, acotó que podría llegar a un 40% de participación en el PIB en lo próximos años, de un 32,1% que está actualmente.
Por otra parte, el experto resaltó que la mejora de la calificación de riesgo país, a grado de inversión, es sin dudas una de las mejores noticias de los últimos tiempos y que se espera que tenga un impacto positivo en las industrias nacionales.
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“El grado de inversión abre un abanico de oportunidades para Paraguay, facilita la asociación con grandes fondos de financiamiento para proyectos que se puede desarrollar. El desafío en adelante, según Ferreira, es generar los proyectos que puedan ser aprovechados por esta ola de inversiones que se esperan. “Se tiene que trabajar en proyectos financiero para ayudar a instalar industrias, dijo. Otro desafío es avanzar en el mejoramiento de la certificación y agenda de gobierno electrónico, para simplificar los trámites.