Yacyretá cumple 30 años generando energía para el desarrollo de Argentina

La Central Hidroeléctrica Yacyretá (CHY) cumple hoy 30 años “generando energía sin descanso para el desarrollo del pueblo paraguayo”, sostiene la entidad en un material informativo que divulgó ayer por el aniversario de la puesta en servicio del primer grupo productor de la central binacional, pese a que, en rigor, fue el pueblo argentino el que utilizó el 92,3% de todo lo producido en estas tres décadas en su desarrollo.

Parte de la Unidad Generadora N° 1 de la Central Hidroeléctrica Yacyretá.
Parte de la Unidad Generadora N° 1 de la Central Hidroeléctrica Yacyretá.Gentileza

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El 2 de septiembre de 1994, un día como hoy, hace 30 años, se inauguraba la Central Hidroeléctrica Yacyretá con la puesta en funcionamiento de la primera turbina (UG N° 1), iniciándose así la generación comercial de energía a una cota reducida de 76 metros sobre el nivel del mar, recuerda hoy la entidad.

Cuenta que, previamente, en febrero, recrecieron las crestas de ambos vertederos, y el 1 de junio se terminaron las presas de tierra a cota 86 metros sobre el nivel del mar, dándose inicio al llenado progresivo del embalse hasta alcanzar la cota 76 msnm.

“En tres décadas, esta turbina operó un total de 207.122 horas, con un total de energía generada de 22.345.554,6 MWh”, agrega. Esta cantidad de energía equivale a poco más del total de lo que se necesitó el año pasado para cubrir toda la demanda del Sistema Interconectado, que alcanzó 22.190.641 MWh en 2023.

Sin mencional la situación de las deudas del gobierno argentino con el Paraguay por cesión de energía ni con Yacyretá por el suministro de energía, el reporte sobre el aniversario se centra en destacar cuestiones técnicas, como que la UG N°1, así como las demás, son de tipo Kaplan de eje vertical acoplada directamente al generador. “Las turbinas Kaplan son unas de las más eficientes turbinas de agua de reacción de flujo axial, con un rodete que funciona de manera semejante a la hélice del motor de un barco,1 y deben su nombre a su inventor, el austriaco Viktor Kaplan”, destacan.

Además, se emplean en saltos de pequeña altura y grandes caudales. Las amplias palas o álabes de la turbina son impulsadas por agua a alta presión liberada por una compuerta.

“Su caudal máximo es de 830 m3 por segundo, con un salto neto nominal de 21, 3 m, una potencia máxima de 160 MW, un peso rodete de 278 toneladas y una velocidad de rotación de 71,4 revoluciones por minuto. El rotor tiene un diámetro de 15 metros, una altura de 1,50 metros y un peso de 550 toneladas; mientras que el estator tiene un diámetro de 17,7 metros, una altura de 2,5 metros y un peso de 270 toneladas”, detallan.

Por otra parte, también recuerdan que las obras de la Central Hidroeléctrica Yacyretá habían comenzado el 3 de diciembre de 1983. El 20 de octubre se firmó el Contrato Y-C1 referente a la construcción de las obras civiles principales del complejo hidroeléctrico, con el consorcio Eriday-UTE.

Finalmente, el 7 de julio de 1998 se puso en marcha la turbina N° 20 y en septiembre se declararon finalizadas las tareas constructivas de las obras principales. A su vez, el 12 de febrero de 2011, la EBY completó el llenado del embalse de Yacyretá a su cota de diseño original de 83 msnm.

“Desde hace tres décadas, Yacyretá genera energía eléctrica para el desarrollo económico de sus socios condóminos Paraguay y Argentina”, destacan en el reporte. Sin mencionar que la EBY arrastra una deuda estimada de más de US$ 4 mil millones porque Argentina paga una minúscula parte de la cuenta que tiene con ella por el suministro de energía.

Una energía que también ha estado al servicio del bienestar de ambos pueblos, mediante sendas inversiones sociales (hospitales, escuelas, viviendas, asistencia a la producción agrícola, asfaltados de rutas, instalación de sistemas de agua potable, construcción de costaneras y la distribución de víveres, entre otros rubros), añade el boletín oficial.

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