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El permiso que también quiere la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) para exportar su energía al Brasil,al mercado de corto plazo, “es similar a la autorización existente actualmente para importar energía eléctrica por parte de Brasil desde la Argentina y Uruguay”, indicó el presidente de la ANDE, Ing. Félix Sosa.
Sobre este mercado, el de corto plazo, el director de Planificación y Estudios de la estatal Ing. Francisco Escudero, había explicado anteriormente que las ofertas que hacen Uruguay y Argentina al Brasil van variando en precio.
“No solamente por el precio que se practica en el mercado de corto plazo, sino el tipo de fuente (de energía). Cuando Uruguay tiene excedentes eólicos y no exporta su energía, tiene que abrir sus aerogeneradores y desperdiciar esa energía. Entonces, este es un precio relativamente más barato que Uruguay oferta. Ocurre lo opuesto cuando Uruguay o Argentina despachan energía de una central térmica, que es mucho más cara”, detalló.
Asimismo comentó que, aparte de eso, debe tenerse en cuenta que las ofertas que hacen Uruguay y Argentina al Brasil, en el mercado de corto plazo, es de una energía que el vecino país toma solo cuando le conviene. “¿Qué significa cuando le conviene? Cuando Brasil puede conseguir energía más barata en Uruguay o en Argentina para no despachar de una central más cara en Brasil, para mantener la seguridad energética”, subrayó.
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Brasil también tiene tres hidroeléctricas, pero...
Agregó que Brasil tiene centrales hidroeléctricas, como Paraguay, y que también tiene centrales térmicas (instalaciones de generación de electricidad que convierten la energía térmica o calor, en energía eléctrica), pero que si hay previsión de sequía, entonces prefiere almacenar agua.
“Si no genera con la central hidroeléctrica, tiene que activar las térmicas. Brasil tiene térmicas de todos los colores y precios, pero si por ahí Argentina o Uruguay le ofertan una energía más barata que una energía que Brasil puede conseguir en su propio país, entonces importa. A esto se le llama mercado de oportunidad”, añadió el Ing. Escudero.
En cambio, dijo que ese mercado de corto plazo o de oportunidades es totalmente diferente a lo que la ANDE pretende con la comercialización de los 100 MW medios de la Central Acaray al Ambiente de Contratación Libre (ACL), que se manejan con contratos de corto y medio plazo.
“No existe contrato en el mercado de oportunidad o de corto plazo”, explicó, diferenciándolo de nuevo de la venta al mercado libre, en el que prevén lograr contrato hasta por seis años.
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Con respecto a los precios que se pagan en el mercado de corto plazo, el director de Planificación y Estudio de la ANDE prefirió no explayarse, indicando que lo que el Ing. Sosa había comentado era tal cual.
“En el mercado de oportunidades la tarifa que se paga es más alta, porque ocurre esa oportunidad solamente para cuando exista una necesidad del sistema, ejemplo para cubrir un aumento considerable de consumo de energía eléctrica o para sustituir una generación muy cara como la térmica”, decía el titular de la empresa estatal de electricidad.
A esto, lo que añadió el Ing. Escudero es que “el precio sube del mínimo al máximo, como las acciones. Qué hace subir y bajar es el tema, y eso no es fácilmente explicable”.