Bajante el Paraná es crítica, pero no será dramática como en 2020, señalan

La bajante del río Paraná alcanza hoy valores críticos y se acentuará en un mes, pero no será igual a la del invierno de 2021, informa la prensa argentina, basándose en fuentes del Instituto Nacional del Agua (INAI) del vecino país.

Esclusa de navegación del complejo Yacyretá. La bajante del río Paraná también redujo la utilización de esta importante herramienta.
Esclusa de navegación de Yacyretá. La bajante del río Paraná también reduce la utilización de esta importante herramienta debido a la seria afectación que sufre su tramo localizado aguas abajo de la represa.GENTILEZA

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En un material informativo que subió Infobae a su página digital, destacaba que Juan Borús, subgerente de información y Alerta del INAI se mostró optimista al señalar que, según las proyecciones, la bajante del río Paraná no tendrá la duración que tuvo en el período 2020-2022.

Agregó el especialista que las condiciones actuales del río Paraná se mantendrán hasta las primeras semanas de la primavera, setiembre, y que luego se estabilizarán los niveles hídricos en los meses siguientes con la llegada de las lluvias.

Añadía el técnico que el pronóstico que tienen en vista marca la posibilidad de que esta bajante no sea tan larga como las que nos afectaron en 2020, que después tuvimos la del 2021, “tres bajantes seguidas”, enfatizaba.

La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) por su parte, registraba el martes último afluencias de caudales del orden de los 8.200 metros cúbicos por segundo. De acuerdo con los datos obtenidos en sus archivos, en julio de 2022, la EBY apuntó caudales afluentes, en promedio, de apenas 6.144 metros cúbicos por segundo, En el período comprendido entre 1971 y 2023, el promedio histórico registrado en ese mes superaba los 14.000 metros cúbicos por segundo.

Reducidos caudales para operar con potencia reducida

Las consecuencias de la bajante del río Paraná se sienten, en primer lugar, en la producción de la central hidroeléctrica, la que ayer - inclusive en todo el mes de agosto, julio y junio -, estuvo operando con “potencia restringida”, es decir por debajo de su potencia instalada de la cemtral, o sea de los 3.100 MW, menos incluso, porque, según se informó, la EBY tiene fuera de servicio dos de sus veinte unidades.

En cuanto a la navegación, las complicaciones más serias, especialmente para la flota paraguaya de barcazas que transporta la carga de granos que proviene de nuestro país, es aguas abajo de las represa.

Esa situación se había prevista hasta en el Tratado de Yacyretá, cuando sus redactores incluyeron la necesidad de un dique de compensación aguas abajo, idea que luego fue mejorada por la Comisión mixta paraguayo/argentina del Río Paraná (Comip) con el proyecto de la presa hidroeléctrica entre Itatí e Itacorá, pero reemplazada, en la practica, posteriormente por otra central en las cercanías del vertedero Aña Cuá de Yacyretá..

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