Itaipú: 40 años después, beneficios del Brasil siguen muy superiores

Cuarenta años y tres meses después de la entrada en operación la primera unidad de Itaipú, sus indicadores más relevantes aún prueban que sus productos más codiciados siguen beneficiando ampliamente al Brasil,pese al tratado. ¿Cuánta energía aprovechamos? ¿Cuánto pagaron a nuestro país por cada unidad que obligadamente cedió a la otra parte del acuerdo?

Cara posterior de la represa de hormigón de Itaipú. Los tubos de que descargan el agua desde el embalse sobre los rotores de las turbinas, com
parados con los buses que están enfrente permiten apreciar las dimensiones del complejo.
Cara posterior de la represa de hormigón de Itaipú. Los tubos de que descargan el agua desde el embalse sobre los rotores de las turbinas, com parados con los buses que están enfrente permiten apreciar las dimensiones del complejo.Diego Peralbo

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El último informe de la Dirección Técnica de la parte paraguaya de la entidad binacional, que publica en forma mensual sobre los indicadores de la central, señala en uno de sus párrafos que “Itaipú binacional es la mayor generadora de energía limpia y renovable, con una producción de más de 3.022.599 GWh (1 GWh = 1000 MWh) desde el inicio de sus operaciones en mayo de 1984″.

Tan grande es la cifra que obliga a recurrir a comparaciones. Si el 2023 el mercado eléctrico paraguayo demandó, incluidas sus elevadas tasas de pérdidas, 22.089.861 MWh, podremos concluir que con ese nivel de demanda nuestro país consumiría esa cantidad de energía en 136 años y nueve meses.

No obstante, según fuentes de la misma entidad, propias y otras localizables en el desperdigado sector energético nacional, advertiremos que en 40 años y tres meses, el mercado eléctrico nacional, conocido también como Sistema Interconectado (SI), porque a la demanda interna suma la ínfima cantidad que realmente exporta -solo a la Argentina-, demando apenas 291.770 (GWh), o sea el 9,6% de la registros acumulados sobre la producción de la central en el lapso de referencia.

La diferencia, abrumadora por cierto (90,4%), fue succionado por el sistema interconectado brasileño.

Art. XIII del Tratado de Itaipú

El Tratado de Itaipú, en su Art. XIII, consagra que “la energía producida por el aprovechamiento hidroeléctrico... será dividida en partes iguales entre los dos países, siendo reconocido a cada uno de ellos el derecho de adquisición ... de la energía que no sea utilizada por el otro país para su propio consumo”.

Luego, hasta finales de julio último, 1.511.299,5 GWh integraban al patrimonio soberano de la República del Paraguay.

Sin embargo, a pesar del estilo de redacción del artículo, se sabe, siempre se supo, que el reconocimiento del “derecho de adquisición” de la energía no utilizada, una vez más beneficiaría -cuando lo redactaron- a nuestros socios.

En fuentes extraoficiales, su estima que la ANDE pudo en el período estudiado, aprovechar 291.770 GWh, o sea el 19,4% del 50% de la producción de la central que según el Art. XIII del Tratado pertenece a la República del Paraguay.

La cesión de energía superó el 80% de la energía paraguaya

Si de 1.511.299,5 GWh pudo el sistema paraguayo, con las pérdidas de la ANDE inclusive, apenas consumió 291.700 GWh, una conclusión cae por su propio peso. en los 40 años, tres meses y siete días, el Paraguay, en forma obligada, desafortunadamente debido a una interpretación nunca cuestionada oficialmente, cedió al sistema eléctrico brasileño 1.211.529.5 GWh (el 80,2% de la energía paraguaya).

El artículo de referencia del Tratado de Itaipú incorpora otro elemento que no debe soslayarse: el “derecho de adquisición”, derecho que, según Acta Final de Foz de Yguazú, la matriz del Tratado de Itaipú, debió ser el “derecho de preferencia” en el momento de la adquisición” del excedente. Adquirir es sinónimo de comprar y el proceso de compra-venta implica la vigencia de un precio.

Represa de Itaipú
Embalse del complejo y una parte de la represa hidroeléctrica paraguayo/brasileña

El Acta en cuestión incorpora también el principio del “justo precio” que debió aplicarse al excedente paraguayo, pero los gobiernos de turno optaron por cancelar la calificativo justo e inclusive la venta y los sustituyeron por un monto que llamaron “compensación” pero que, en rigor, nunca fue una compensación.

En promedio, esa compensación, en los 40 años, es de tan solo US$ 6,5% MWh. Sin parecido alguno y mucho menos coincidente con la realidad del mercado eléctrico.

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