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El analista económico, Amilcar Ferreira, se refirió respecto a las empresas públicas Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco), Petróleos Paraguayos (Petropar) y la Industria Nacional del Cemento (INC), que registraron pérdidas por más de G. 405.426 millones el año pasado (US$ 55,5 millones al cambio actual), según se pudo corroborar en los balances de las compañías.
El experto señaló que esta situación de las compañías públicas se debieron “por la cultura política corrupta y prebendaria, que terminan permeando a las empresas públicas y por políticas populistas”.
Respecto a qué debe hacer el Estado con las deficitarias Copaco, Petropar e INC, resaltó que deben operarlas eficientemente, como ocurre en las empresas privadas, y que fijen el precio de sus productos a precios de mercado, y no como lo viene haciendo Petropar, que estaría vendiendo combustible a pérdida.
Justamente, un estudio de la Consultora SEI, liderado por Ferreira, confirmó el año pasado que Petropar perdía G. 2.231 por cada litro de gasoil vendido, porque sus precios están por debajo de sus costos y gastos operativos. En ese momento, hasta agosto del 2023, la estatal ya perdía US$ 24 millones, que afectaba el 50% de su patrimonio neto.
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Empero, la estatal cerró el 2023 con un importante déficit, administrada por Eddie Jara, que el año pasado cerró con una pérdida de G. 153.578 millones.
“Deben operar sin exceso de empleados y sin corrupción”
Ferreira insistió que tanto Copaco, Petropar e INC deben operar “sin exceso de empleados y sin corrupción” para que se puedan recuperar.
Copaco es claro ejemplo de que ya no se puede seguir con el modelo actual, ya que ni siquiera puede cubrir el salario de sus empleados. La telefónica pública registró una pérdida de G. 174.848 millones el año pasado.
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La telefónica estatal tiene ingresos mensuales de unos G. 19.000 millones, pero que vienen cayendo drásticamente en los últimos meses, pese a que necesita como mínimo de G. 45.000 millones mensuales para mantenerse.
La INC también cerró el año 2023 con una pérdida de G. 77.000 millones, según el balance de la estatal que se cerró en abril último. La INC había realizado una “inversión” de US$ 80 millones provenientes de la colocación de bonos soberanos en sus plantas de Villeta y Vallemí, ejecutada principalmente durante el gobierno de Horacio Cartes, con la excusa de aumentar la producción, reducir sus costos y subir los ingresos de la cementera.
Justamente, se buscaba “ahorrar” con el cambio del sistema de combustión del horno de clínker de Vallemí (de fuel oíl a pet coke), pero esto no se ve hasta hoy. Pese a la millonaria apuesta de recursos públicos en la INC, la estatal sólo sigue registrando pérdidas.