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Las empresas públicas Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco), Petróleos Paraguayos (Petropar) y la Industria Nacional del Cemento (INC) registraron pérdidas por más de G. 405.426 millones el año pasado (US$ 55,5 millones al cambio actual), según se pudo corroborar en los balances de las compañías.
Esta situación evidencia el déficit que existe en estas firmas del Estado, que siguen siendo manejadas a base del cuoteo político y, al parecer, no hay intensiones de cambiar esta situación. El principal problema es que estas compañías siguen gastando más de lo que ingresan con la venta de productos o servicios, según confirmaron sus propios administradores.
En este sentido, Copaco es claro ejemplo de que ya no se puede seguir con el modelo actual, ya que ni siquiera puede cubrir el salario de sus empleados. La telefónica pública registró una pérdida de G. 174.848 millones el año pasado, según confirmó a ABC Color Óscar Stark, presidente de Copaco. Pero el balance todavía no se aprobó, ni tampoco está publicado en el portal de la estatal.
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El titular de Copaco señaló que recién en la segunda quincena de este mes se realizará la asamblea de accionistas de la estatal para tratar este y otros temas.
La telefónica estatal tiene ingresos mensuales de unos G. 19.000 millones, pero que vienen cayendo drásticamente en los últimos meses, pese a que necesita como mínimo de G. 45.000 mensuales para mantenerse. Stark enfatizó que el déficit de Copaco se debe a la reducción de ingresos que siguen cayendo mes a mes, principalmente por la pérdida de clientes.
“El robo de cables tiene un impacto importante en esa pérdida. Hay una reducción de ingresos y mantenimiento de egresos. Copaco solo tiene ingresos para cubrir salarios, ni siquiera los suficientes para mantener al día los salarios”, expresó.
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Pérdidas millonarias en Petropar
Otra estatal que está con un importante déficit es Petropar, administrada por Eddie Jara, que el año pasado cerró con una pérdida de G. 153.578 millones, según el balance que la estatal publicó el mes pasado en su página web. Este resultado negativo se habría dado por la venta de gasoil a pérdida en la petrolera pública, sólo para cumplir con una promesa de campaña de Santiago Peña.
Empero, el gerente financiero de Petropar, Luis Gómez, señaló a este diario que de enero a julio 2023 se perdió cierto monto en la estatal, pero que de agosto a diciembre, cuando asumió la nueva administración, “ya se tuvo ganancias”, pero que aún así, “de la suma algebraica de ambos períodos hubo una pérdida anual”. En este sentido, se comprometió a socializar estas cifras.
Pero el gerente nada mencionó de que la actual administración de Petropar hasta quiso comprar diésel por US$ 51 millones a una proveedora de alfombras y decoración, que pertenece a la corredora de rallys, Andrea Lafarja. Tampoco mencionó la entrega de los servicentros propios a operadores políticos, ni de las cuestionadas licitaciones que le costarán millones a la estatal para la tercerización del personal o la disposición de residuos, por citar algunos.
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INC recibió millonaria inversión, pero sigue deficitaria
Por otro lado, la INC, manejada por Gerardo Guerrero Agusti, también cerró el año 2023 con una pérdida de G. 77.000 millones, según el balance de la estatal que se cerró en abril último, pero que tampoco está publicado en su portal.
Luis Ayala, gerente financiero de la estatal, explicó a ABC que el déficit se debió a que se compró caro el principal insumo para la producción del cemento, que es el pet coke, combustible utilizado en la planta de Vallemí para la fabricación de clínker.
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“El pet coke representa más del 70% de importancia en nuestro margen y eso se venía comprando a US$ 510 dólares (por tonelada). Ahora nosotros estamos comprando más barato, a US$ 345 y esperamos mejorar con esto nuestros márgenes de forma positiva”, indicó.
Al mismo tiempo, explicó que factores externos como diferencia de cambios también impactaron en el balance. En este sentido resaltó que la INC tienen deudas por los bonos soberanos y que eso afecta al balance. “Por los bonos nosotros tenemos que pagar en su totalidad en el 2050, pero impacta muchísimo la diferencia de cambio”, aseveró.
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La INC había realizado una “inversión” de US$ 80 millones provenientes de la colocación de bonos soberanos en sus plantas de Villeta y Vallemí, ejecutada principalmente durante el gobierno de Horacio Cartes, con la excusa de aumentar la producción, reducir sus costos y subir los ingresos de la cementera.
Justamente, se buscaba “ahorrar” con el cambio del sistema de combustión del horno de clínker de Vallemí (de fuel oíl a pet coke), pero esto no se ve hasta hoy. Pese a la millonaria apuesta de recursos públicos en la INC, la estatal sólo sigue registrando pérdidas.
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