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El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, a través del Memorándum MOPC N° 179/2024, solicitó la aprobación del reglamento que “Que establece los regímenes de certificación, control y promoción del uso de bioenergías provenientes de plantaciones forestales o bosques nativos manejados para asegurar la sostenibilidad de estos recursos renovables dentro del territorio nacional”.
Dicha norma es para uso de biomasa y fue aprobado por el decreto N° 1788/ 2024 del que forma parte integral el anexo que dispone su aplicación obligatoria por parte de las instituciones involucradas en el proceso respectivo.
El anexo del citado decreto dispone en su artículo 14 que la implementación del uso de biomasa con fines energéticos por parte de los diferentes segmentos industriales y consumidores en general, ya deberán usar la biomasa certificada en un noventa por ciento (90%) en este 2024 y a partir del año 2025, el 100%. Esto afecta a los silos de granos, las olerías, panaderías y multiples rubros, principalmente mipymes.
El problema que plantea es que recién con el presente decreto se crea el Programa Nacional de Certificación de Biomasa (PNCB) y además que las inscripciones en dicho programa ya cerró en marzo de este año.
Entonces, todas las industrias consumidoras de biomasa, aunque estén obligadas ya no pueden inscribirse en el registro de consumidores de biomasa. El error principal estaría en que la aplicación del decreto se plantea en forma “retroactiva” desde el año 2021, con un 30%; para el 2022, con el 50%; y en el 2023, con un 70%. Esto significa que los redactores del documento oficial, posiblemente, sin estar compenetrados con el sector afectado, los madereros, habría utilizado un viejo borrador que pudieron desempolvar tras la misión técnica del FMI, que estuvo en el país entre el 29 de abril y el 8 de mayo últimos, ante quienes las autoridades del Gobierno se comprometieron en modificar el marco normativo del Instituto Forestal Nacional (Infona), reemplazar el decreto sobre el uso de la biomasa y crear protocolos para la intervención conjunta en el cambio del uso de la tierra, según las publicaciones en la prensa.
Varias otras incoherencias se plantean con el decreto señalado, tales como la superposición y duplicación de roles del MOPC con el Instituto Forestal Nacional, el aumento de la burocracia, que facilitaría hechos de corrupción.
Uso de la biomasa en el Paraguay
Estudios de Jeffrey Sachs señalan que la biomasa, específicamente la leña, es la mayor fuente de combustible consumida en Paraguay, con el 43% de la demanda final de energía (2019). Las fuentes de energía de biomasa representaron el 80,3% del consumo energético del sector industrial, en 2019. Esto significa que por no contar con biomasa certificada, el 80% debería paralizar sus actividades, según explicaron las fuentes.
El presente decreto tiene como antecedente que el 29 de abril último se reunió la Mesa Energética Nacional, que lideró el presidente Santiago Peña, con participación de la ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, oportunidad en que se presentaron la actualización de la política energética del Paraguay al año 2050. En esa oportunidad, la ministra dijo que la intención del gobierno es poner foco en la generación de energía eléctrica, buscar la integración energética, tanto eléctrica como gasífera y buscar la sustitución donde se pueda de la biomasa y que sea de reforestación, certificada.