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En comunicación con ABC Cardinal este viernes, Mercedes Canese, exviceministra de Energía, reiteró sus críticas al acuerdo alcanzado esta semana entre Brasil y Paraguay en torno a la tarifa por la energía hidroeléctrica que produce la Itaipú Binacional, argumentando que lo acordado con respecto a la venta de la porción paraguaya de la electricidad que produce la represa es un “retroceso” en relación a previos acuerdos.
El jueves, el gobierno del presidente Santiago Peña anunció que Brasil y Paraguay acordaron que la tarifa por la energía de Itaipú para este y los próximos dos años será de 19,28 dólares por kilovatios/mes, una cifra a medio camino entre las pretensiones paraguayas –que apuntaban a una tarifa aún más alta– y las brasileñas.
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En su anuncio del acuerdo, el presidente Peña indicó que en la negociación con Brasil se “conquistó” la venta directa de la energía paraguaya de Itaipú al mercado brasileño, lo que el mandatario calificó de una “reivindicación histórica” de la soberanía energética del país.
Sin embargo, Canese, quien fue viceministra de Energía en el gobierno del presidente Fernando Lugo (2008-2012), argumenta que Paraguay ya tenía la soberanía sobre su porción de la energía de Itaipú, consistente en la mitad de toda la electricidad que la binacional produce.
“En ninguna parte del Tratado (de Itaipú) renunciamos a la soberanía sobre nuestro 50 por ciento”, señaló. Agregó que esa soberanía está ratificada por el Acta de Foz de Iguazú que habla del “derecho preferente de adquisición a precio justo” de la energía y fue confirmada por el acuerdo entre los presidentes Lugo y Luiz Inácio Lula da Silva del año 2009, que establecía que Paraguay podría comenzar a vender energía “en la brevedad” a Brasil y desde 2023 a terceras partes.
El error de limitarse al mercado brasileño
Dijo que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) podía haber contratado toda la energía paraguaya de Itaipú y licitarla y argumentó que no se hizo por falta de voluntad política y de hacer inversiones, así como por el alto costo que iba a tener para la ANDE.
Argumentó, sin embargo, que la adquisición por parte de la estatal de toda la energía paraguaya iba a ser más viable en la actualidad, con los costos de la energía a niveles mucho más bajos.
Insistió en que limitar la venta de energía al mercado brasileño, que implica una serie de trámites burocráticos, es un error cuando la energía puede ser licitada a exportadores los países vecinos que pueden encargarse de esos trámites.
“Entre Brasil y Argentina hay varias decenas de actores, empresas mixtas, públicas, privadas”, señaló.