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“La principal virtud de la implementación de la Ley 6380/2019 de Modernización y Simplificación del Sistema Tributario se puede circunscribir a logros en materia de eficiencia, conseguidos por la simplificación y racionalización del sistema tributario del momento. La reforma tributaria en su versión más pura contemplaba la formalización de la economía y buscaba corregir la todavía muy baja presión tributaria en su momento”, explicó el profesional.
Categorías de impuestos
Sobre cuáles serían los principales impuestos para los productores del agro, el licenciado explicó: “Nuestro sistema tributario comprende cuatro grandes categorías: los impuestos sobre ingresos y utilidades, el impuesto al valor agregado (IVA), el impuesto selectivo al consumo (ISC) y los impuestos sobre el comercio internacional. La Ley Nº 6380/2019 trae consigo una serie de innovaciones, a las cuales los productores recién se están acomodando con la legislación tributaria, y si bien anteriormente no se pagaban muchos impuestos, otro punto que aún debemos ir manejando, y bien, es el Impuesto a los Dividendos y a las Utilidades (IDU), estableciendo un criterio claro y uniforme a contribuyentes alcanzados, así como en la forma de aplicación”.
El IDU y las tasas que se le aplican
“El IDU se aplicará por la vía de la retención a ser realizada por las entidades que paguen o pongan a disposición las utilidades o dividendos. En ese sentido, las tasas aplicables serán las siguientes: el 8 por ciento si el que percibe los dividendos, utilidades o rendimientos es una persona física, jurídica u otro tipo de entidad residente en el país. Un 15 por ciento siempre y cuando el perceptor sea una entidad, persona física o jurídica no residente en el país, inclusive los obtenidos por la casa matriz del exterior, es decir, la casa matriz de las sucursales establecidas en el país”, confirmó nuestro entrevistado.
Buscar atraer inversiones
“Los incentivos a la inversión son instrumentos de la política fiscal de un país que buscan promover la generación de empleo y capacitar a la fuerza de trabajo. Este gobierno debe buscar “atraer” estas inversiones ofreciendo ventajas como beneficios tributarios y subsidios directos e indirectos”, destacó.
Una política de incentivos
“Los incentivos para inversores están contemplados dentro de leyes que, no obstante, pueden tener efectos negativos en las finanzas y el desarrollo de un país; para esto debemos contar con una política industrial que promueva el encadenamiento con el sector productivo local y trabaje en pos de atraer inversiones; pensar en los incentivos como medidas temporales en lugar de permanentes; transparentar los ingresos tributarios sin necesidad de aumentar las tasas sino. al contario, dar oportunidad tributaria a quienes desean invertir”, finalizó el licenciado Espínola.