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“Para empezar a hablar de compactación de suelo, es importante saber primero en qué cosiste esto. Y podemos decir que es el aumento de la densidad del suelo, o el empaquetamiento de las partículas de suelo, que por ende derivan en una disminución de su macroporosidad. Y aquí lo que sucede es que la macroporosidad es demasiado importante, ya que cuando uno tiene en su campo menos del 10 por ciento de macroporosidad, se dificulta la infiltración del agua y acción de los nutrientes, para que la planta pueda absorber lo que necesita”, explicó.
Se ve más lo químico, que lo físico
“Lo que a nivel país se viene trabajando constantemente en los campos, son las correcciones químicas del suelo (fertilización), ya que es lo que más dinero circulante genera, pero desde hace un tiempo, nos estamos percatando de que la fertilidad física del suelo se esta convirtiendo en un grave problema, porque no se está teniendo en cuenta”, confirmó.
El 85 por ciento de los suelos están compactados
Sobre su aseveración, de que un gran porcentaje de suelos en Paraguay son compactados, el doctor Barreto dijo: “Nosotros tenemos números, datos, investigaciones y estudios donde demostramos que más del 85 por ciento del suelo agrícola en Paraguay está con problemas de compactación; eso es un hecho, lastimosamente es así. Pero dentro de esto, es importante comprender que la compactación es un proceso natural, por un lado. Pero por otro lado, debemos recordar que por el manejo convencional (agricultura sin tecnología) que han tenido los suelos en nuestro país, esto ha generado más compactación, y que ahora es más difícil de resolver, pues no hay una sola receta”.
Baja el potencial de la planta hasta 60 por ciento
“Otra cosa que tenemos demostrada es que la compactación de un suelo puede llegar a disminuir entre 40 y 60 por ciento del potencial productivo de una planta, sea soja, maíz, trigo, por solo citar los cultivos de renta principal. Este número asusta, ya que uno puede estar haciendo una buena fertilización para su cultivo, pero por culpa de la compactación, la planta no va expresar su potencial”, confirmó Barreto.
Mayor presencia de nemátodos
“Un problema que se esta dando actualmente en los campos es la presencia de nemátodos en el suelo (parásitos que atacan raíces), y muchos productores creen que aparecen más por la compactación. Sin embargo, lo que realmente está pasando es que la compactación disminuye los microorganismos aeróbicos, que son enemigos naturales del nemátodo, y, por ende, sin la presencia de sus enemigos naturales, el nemátodo queda sin resistencia y ataca a las raíces de las plantas”, destacó.
Cómo solucionar la compactación
“El primer paso para buscar solucionar el problema de compactación de un suelo es hacer un diagnóstico de cómo está actualmente. Y si hablamos de una solución rápida, una opción sería lo que se denomina “aireación de suelo”, porque lo que falta en el suelo es aire. Si un productor tiene problemas de compactación a más de 2.500 hectopascales, o de 0 a 15 centímetros de profundidad en el suelo, ahí se utiliza el equipo denominado escarificador, que no es revolver el suelo como se haría con un subsolador; lo ideal es hacer esa aireación sin desestructurar el suelo”, explicó.
Descompactación biológica
El profesional también explico que hay otra forma de descompactar el suelo. “Otro método para lograr una descompactación de suelo es el uso de cultivos de cobertura, que tengan sistema radicular agresivo como el nabo o la crotalaria, pero en muchos casos los niveles de compactación sobrepasan la capacidad de los cultivos para lograr su objetivo, que es darle esa aireación que el suelo necesita”.
Un formateo y seguir con la siembra directa
Finalmente dijo: “Lo ideal sería formatear el sistema, o sea, entrar primero con plantas de cobertura, abonos verdes o cultivos de servicio como ahora más se lo conoce. Luego, más adelante, ya entrar con un escarificador y, lógicamente, que esto vaya acompañado de la corrección química, en donde hablamos de calcáreo, fósforo, potasio, y seguir con todos los principios de la siembra directa. Ese es el único camino para lograr un sistema sostenible, pero se debe tener en cuenta la viabilidad técnica y ambientalmente correcto. Tenemos que ganar plata, pero haciendo bien las cosas, con criterio, datos y aplicación.