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De acuerdo con el reporte oficial, estos gastos corresponden a las diferentes herramientas que dispone el Banco Central del Paraguay (BCP) en sus acciones para asegurar la estabilidad económica y monetaria del país, teniendo entre sus principales actores los intereses por Instrumentos de Regulación Monetaria (IRM), la garantía por depósitos de los bancos (encaje legal) y costo de emisión de billetes y monedas.
Este costo que debe asumir la banca central, en el marco de su política monetaria, es para mantener una inflación baja y estable, que al cierre del último año se ubicó en 3,7%, por debajo de la expectativa y nuevamente dentro de la meta objetivo del 4+-2%. Cabe mencionar que en los dos periodos anteriores, la inflación había cerrado por encima del objetivo: en 6,8% en el año 2021 y en 8,1% en el año 2022, por el efecto pos pandemia que obligó a la entidad monetaria a realizar ajustes para reducir estas presiones inflacionarias.
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Aumento de incentivos
Según se puede apreciar en el reporte oficial, el aumento en el gasto de política monetaria responde principalmente al alza de la tasa de interés que paga el Banco Central por la colocación de sus instrumentos a los diferentes bancos, que se mantuvo en gran parte del año por encima del 8%. Si bien a partir de setiembre del 2023, la tasa de rendimiento que paga el BCP a los bancos empieza a bajar en coincidencia con la reducción de la tasa de política monetaria (TPM), aún se mantiene en un nivel alto, cercano a 6,70%.
Si bien en parte se logró el objetivo de estabilizar la inflación, en los últimos tres años se acumula una variación del 20% en el índice general de precios y más del 30% solo en el rubro de alimentos. Para el presente año, la expectativa es cerrar con una tasa de inflación del 4%.
Cabe señalar que aunque el interés que ganan los bancos por captar los instrumentos del BCP es menos en comparación a lo que ganan por la colocación de préstamos al público, los bancos prefieren invertir en los títulos de la banca matriz debido al menor riesgo que representa.
Técnicos del BCP explican que al aumentar el incentivo por los instrumentos se buscó orientar la liquidez de los bancos hacia el BCP, dejando menos margen para préstamos al público, esto con el fin de contener presión inflacionaria. Sostienen que mayor hubiese sido el costo que sufriría la ciudadanía con una disparada de los precios, de no haber hecho nada para contener la presión inflacionaria.
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Ajustes en las tasas de interés
Cabe señalar que en el marco de la emergencia entre el 2020 y 2021, el Gobierno decidió rebajar la Tasa de Política Monetaria (TPM) desde el 4% que estaba vigente antes de la pandemia hasta 0,75%, que se mantuvo hasta agosto del 2021. A partir de setiembre del 2021 empezó a incrementar cada mes hasta llegar a 8,25%, que lo mantuvo hasta agosto del 2023.
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Los gastos de la política monetaria a diciembre último estaban conformados en una mayor parte, más del 80%, por los intereses que pagó el BCP en concepto de colocación de sus instrumentos en el sistema financiero, unos G. 1,39 billones (US$ 191 millones)
El restante está conformado por la remuneración por encaje legal (garantía sobre depósitos) y producción de instrumentos de política, como impresión de billetes y acuñación de monedas, entre otros.