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“La realidad es que hay bastante presencia de roya asiática en los campos (causada por el hongo Phakopsora pachyrhizi), principalmente en aquellas parcelas que no fueron bien manejadas, sea por aplicaciones de productos a destiempo o tardías. Debemos recordar que las pérdidas en los cultivos por presencia de roya van desde el 10 por ciento al 60 por ciento dependiendo de cuán infectado esté el cultivo”, confirmó el ingeniero.
Por qué la alta presencia
A la consulta de cuál sería el motivo principal de la presencia del problema, el profesional explicó: “Recordemos que tuvimos 3 años con menor incidencia de roya porque fueron etapas con bajas precipitaciones, lo cual atenuó su presencia, pero este año se tuvo constante lluvia y lo cual ayuda a la reproducción del hongo. Por otro lado, hasta se tuvieron problemas en la disponibilidad de fungicidas y por otro lado, las aplicaciones no se realizaron en el momento oportuno”.
Clima definirá aumento
“Ahora tenemos cultivos de soja en diferentes etapas, y esto es una cadena que podría ir manifestándose en la zafriña si no se realizan bien los controles, pues habrá suficientes inóculos en el campo. Claro que el clima va a determinar la severidad, pues las lluvias ayudan a la multiplicación de las esporas y el viento para la diseminación”, confirmó el profesional.
Cómo prepararse para la zafriña
“El que tiene problema de roya con alta severidad en su cultivo se complicará, convirtiéndose en una epidemia, lo que no podrá evitar pérdidas considerables en el rendimiento. Pero los que van a hacer zafriña (nuevamente soja después de cosechar soja), tienen que estar preparados para realizar un control de la enfermedad en forma preventiva, si se puede primero elegir variedades resistentes a roya, y luego establecer el calendario de aplicación para el control de manera preventiva, especialmente arrancando en etapa de V3 y V4 (vegetativa), con la primera aplicación para manejar enfermedades foliares, y por supuesto, prever que la roya no se establezca y luego realizar aplicaciones en periodos de 14 días con la misma frecuencia”, destacó.
Mejor preventivo que curativo
A la pregunta de si la enfermedad vuelve a instalarse en la soja zafriña, qué debe hacer el productor: “Para el buen control de la enfermedad de roya y cualquier otra, no hay mejor camino que hacerlo en forma preventiva sí o sí, porque cuando hablamos de aplicación curativa, los mismos productos ya tienen una menor acción sobre la enfermedad que ya se ha instalado”.
Enfermedades de fin de ciclo
“Quiero destacar que la cercospora, la mancha anillada y antracnosis –que son enfermedades que se desarrollan con mayor intensidad a medida que avanzan en el periodo fenológico del cultivo (porque recién se ven al final del cultivo)– también se han posicionado fuertemente en esta campaña a causa del clima. Y lo que se debe lograr es cortar el ciclo o condiciones que son, especulación en aplicaciones (el productor), presencia del patógeno y la condición del medio ambiente para su desarrollo; por tanto, de vuelta, las aplicaciones deben ser preventivas”, finalizó.