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“Lo que nosotros queremos es que el agricultor pueda realizar una toma de decisión correcta a la hora de elegir un coadyuvante antes del momento de entrar a realizar una aplicación. Estamos atravesando un año con mucha humedad, altas temperaturas y lluvias; por tanto, es allí donde se complica la aplicación, y eso nos lleva a un punto muy importante, y relevante, a la hora de decidir el tipo de coadyuvante que uno va a elegir para la aplicación”, empezó diciendo el ingeniero.
No es producto de control, pero ayuda
“Hoy estamos trabajando herbicidas, fungicidas e insecticidas al momento de realizar las aplicaciones; por tanto, es fundamental que podamos tener un buen coadyuvante. Lastimosamente en ocasiones el productor no le da la real importancia que se merece; si bien no es un producto de control, sí es un producto (el coadyuvante) que nos va a ayudar a que los demás puedan cumplir con sus objetivos de proteger a los cultivos”, explicó.
Demostración práctica
En una demostración práctica realizada en la Expo Agrodinámica llevada a cabo en Hohenau, Itapúa, se pudo ver la acción de diferentes tipos de coadyuvantes. “El coadyuvante de baja calidad genera problemas de espumas, no tiene mezcla homogénea de ingredientes activos dentro del tanque y no ayudará a una buena aplicación; luego, un producto de mediana calidad no presentó espuma en cantidad, pero sí una separación de fases, o sea, los productos (insecticidas, fungicidas, herbicidas) no se mezclan con coadyuvante; y finalmente, está el coadyuvante de primera, que permite generar una mezcla de calidad y que los productos lleguen a la planta y realizar los controles”, dijo.
Un ejemplo
El ingeniero dio un ejemplo. “Hay ocasiones en que uno realiza la aplicación y luego viene una lluvia, y si el coadyuvante no es bueno, prácticamente lava la planta y se pierde lo que se aplicó; en años de mucha lluvia la falta de control se ve más rápido en los cultivos, por tanto una elección que el productor muchas veces la toma a la ligera, realmente es una decisión sumamente importante, porque es lo que garantizará que los productos lleguen y se trasloquen en la planta”.
Tipo de gota
“Cuando nosotros tenemos gotas muy grandes, generalmente se tiene una baja cobertura, mientras que cuando se tienen gotas muy finas se tiene deriva o por evaporación. Por tanto, es importante lograr un tamaño de gota adecuado, y allí el coadyuvante ayuda también, pues brinda un estándar de gotas, ni muy grandes, ni muy pequeñas. En cuanto a la afinidad con productos, un buen coadyuvante ayudará a evitar trancado de picos, residuos en el tanque de la máquina, fitotoxicidad en la planta, entre otras cosas”, confirmó el ingeniero.
Coadyuvante no es “solo” un aceite
“Es muy importante entender que el coadyuvante no es un aceite, sino que el aceite forma parte del coadyuvante; además, ese aceite pudo haber pasado por un tipo de proceso de refinado, ya que puede ser un aceite metilado, aceite desgomado o aceite simple. Ahí tenemos las distintas calidades, puede ser aceite de soja, de maíz o de canola. Ahora bien, estos aceites van ligados a los tensoactivos, por tanto cada componente tiene un aporte”, aseveró nuestro entrevistado.
Agua y aceite
Finalmente, el ingeniero Pagel dijo: “Recordemos que el aceite no tiene afinidad con el agua, y para la aplicación de productos fitosanitarios en las plantas se utiliza el agua como conductor; por tanto, los tensoactivos son fundamentales para que ocurra esa afinidad; además, estos tensoactivos pueden tener propiedades como reductores de PH, silicona, entonces cada componente tiene su parte. Por tanto, repetimos, hablar de aceite solo está mal, es un coadyuvante o adyuvante”.