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La economía paraguaya se destaca este año como la de mayor crecimiento en la región, con un repunte del 4,5%, tras un nulo avance en el 2022 a causa de la sequía, sin embargo, este crecimiento lejos aún está de ser uniforme y equitativo. Algunos lograron “estar mejor”, pero otros aún luchan por subsistir en medio de la informalidad y la inflación.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) casi 1,9 millones de paraguayos están en la franja de la pobreza (24,7% de la población total), de los cuales, 415.000 están en la franja de pobres extremo (5,6%).
Al respecto, el economista Fernando Masi del Centro de Análisis y Difusión de Economía Paraguaya (Cadep), añadió que estamos cerrando un buen año en la economía a nivel macro, un año de recuperación basado principalmente en el repunte del sector agrícola; sin embargo, lamentó que hay poca repercusión de este repunte económico en los sectores más vulnerables de la población. “No hubo repercusión en reducción de la pobreza o la generación de más y mejores empleos que se espera de una economía en crecimiento”, expresó.
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Según el economista, se observa una concentración de los ingresos en ciertas actividades productivas pero que generan pocos empleos y agregó, que el desafío es seguir avanzando en la diversificación de la economía con mayor industrialización que permite justamente llegar con empleos dignos a los sectores más vulnerables, que hoy subsisten en la informalidad.
En lo que respecta a la inflación, añadió que si bien se ha notada una reducción en el índice general (3,7%), todavía el impacto de la suba en alimentos es elevada (7,3%) y esto castiga principalmente a los segmentos de menores ingresos.
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Oportunidad para la carne
A su vez, el analista Amílcar Ferreira también reflexionó sobre la situación y dijo que a nivel macro este repunte del 4,5% nos ubica entre las economías de mayor expansión y añadió que las expectativas para el 2024 son muy buenas. También destacó la apertura del mercado de Estados Unidos para la carne vacuna paraguaya como la noticia económica del año.
Sostiene que dará pie a la apertura de más mercados para el producto paraguayo, pero que constituye en un gran desafío para el sector ganadero primero en ampliar la oferta, y para el sector industrial en verificar la capacidad instalada a fin de generar más oportunidades e inversiones en el rubro frigorífico.
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Entre los puntos favorables a nivel económico, según Ferreira, tiene que ver con las reformas iniciadas. “La Ley de supervisión de pensiones fue un paso importante en materia de reformas pendientes y logramos dar un paso con esto” acotó en relación a la cuestionada Ley promulgada a los apurones por el Gobierno de Peña.
Sin embargo, pese a este paso importante, Ferreira añadió que hemos retrocedido en el clima de confianza político y percepción de corrupción, debido a los últimos escándalos sobre contratación de parientes en el Congreso, entre otros temas que complican la calificación de riegos y el acceder al tan ansiado “grado de inversión”