A primeras horas del día se sigue viendo en las paradas de colectivos del Área Metropolitana aglomeración importante de personas, quienes deben soportar incluso hasta una o dos horas de espera por las unidades. El “paisaje” se repite al finalizar la tarde y entrada la noche, todos los días.

Esta situación, que se arrastra desde hace años y en este nuevo Gobierno persiste, evidencia una disminución de la frecuencia de los colectivos, conocida también como “regulada”. La estrategia de los empresarios sería ahorrar gastos derivados de la circulación de buses con pocos pasajeros, entonces, se estaría dejando que los usuarios se aglomeren en las paradas de tal forma a alzar a varios de una vez. De esta manera, se traslada a los pasajeros en menor cantidad de buses, conforme a explicaciones de técnicos.

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Por ejemplo, en vez de gastar combustible por tres viajes de colectivos que cubran distintos horarios, los empresarios se ahorran recursos al reducir la frecuencia a un solo viaje. Y siguen ganando el mismo subsidio porque el Estado al momento de pagarles solo ve la cantidad de pasajeros trasladados según reporte del billetaje y no controla si se cumplió o no la frecuencia mínima obligatoria.

Se intentó conocer los comentarios de los voceros de los transportistas, pero César Ruiz Díaz, del Centro de Empresarios del Transporte de Pasajeros del Área Metropolitana (Cetrapam), y Andrés Mallada, de la Única Central de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana de Asunción (Ucetrama) no respodieron. Estos dos gremios concentran a la mayoría de las concesionarias.

Y mientras los empresarios callan, los pasajeros coinciden en señalar que en estas últimas semanas se vio un recrudecimiento de las reguladas.

Las excesivas demoras que soportan los pasajeros les obliga a muchos a salir más temprano de sus casas para llegar a tiempo a su destino. Es decir, las decisiones de los transportistas impactan en la calidad de vida de miles de paraguayos.

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Seguirán las protestas

Por este motivo, la asociación OPAMA, que surgió ante este problemática del transporte público, mantiene el objetivo que no se ha logrado aún: tener un servicio de calidad.

“Nuestra exigencia inmediata es más frecuencia de buses, que se publiquen los horarios y que toda información respecto a la frecuencia y exigencias a los empresarios sea pública”, dijo Griselda Yudice, representante de la Organización de Pasajeros del Área Metropolitana (Opama), que ya está planificando la próxima protesta, según se informó ayer.

En este contexto, desde el Viceministerio de Transporte, dirigido por Guido Benza, se menciona apenas el plan de habilitar un carril exclusivo para buses en algunas zonas, para agilizar la circulación. Pero no se ha aplicado ningún control más exaustivo ante los incumplimientos del empresariado, según denuncia Opama.

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