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“La vaca con cría al pie generalmente se encuentra en un proceso de anestro posparto, para lo cual la inducción hormonal, que se logra a través de los programas de inseminación artificial a tiempo fijo (IATF), es de suma utilidad. Esto permite manejar esta categoría e introducir mejora genética en el rebaño para lograr avanzar genéticamente con la reposición de hembras”, explicó inicialmente el profesional.
Se concentran los partos
“Al aumentar las preñeces cabecera (hembras con mejor condición corporal y reproductiva) se concentran los partos de la temporada siguiente, lo cual mejora las condiciones para el control de los terneros, y luego mejora las condiciones para el destete. En principio, la IATF es la herramienta que permite organizar la reproducción en los sistemas de cría, y así poder establecer un periodo de servicio con un inicio y final de manera segura y organizada (servicio estacionado o estacionamiento de servicio)”, destacó.
Seleccionar toros probados
“Una de las mayores ventajas de la inseminación artificial es que nos permite seleccionar toros (semen en pajuelas), probados para propósitos específicos como cruzamiento o apareamiento terminal y maternal. Por otro lado, con la ayuda de la evaluación de la descendencia Deps (Diferencia esperada de progenie), en crecimiento, reproducción y carcaza, esto sumará datos para lograr mejores terneros”, confirmó el profesional.
Vaquillas con porcentaje relativo equivalente
A la consulta si las vaquillas o primerizas deben tener un peso ideal para la inseminación, el ingeniero Pistilli dijo, “el productor debe tener en cuenta que las vaquillas para ser inseminadas son las que se denominan de cabecera (de mejor condición corporal) que a los 14 a 15 meses ya tienen un porcentaje de peso relativo equivalente al 70 por ciento del peso del vientre adulto del establecimiento (vaca de 450 kilos, entonces la vaquilla 310 kilos). Esta demostrado que toros seleccionados por la característica de bajo peso al nacimiento entrega las crías de estas vaquillas habitualmente con pesos de entre 19 a 22 kilogramos”.
Un ejemplo práctico
“Haremos una explicación sencilla sobre del uso del IATF; si tenemos 100 vacas, 1 toro cubre un promedio de 25 a 30 vacas; o sea, para cubrir 100 vacas necesitamos 4 toros, los terneros que nazcan producto de esta monta no presentarán la homogeneidad, además los nacimientos no van a ser concentrados, pues fueron cubiertos a lo largo de los 90 días por 4 toros diferentes”, destacó Pistilli.
Apostar por la IATF
“La mayoría de los productores apuestan a la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF), ya que además de lograr mejores porcentajes de preñeces y concentrar las pariciones, se logran desmamantes parejos. Hoy, el productor que hace invernada o engorde cada vez es más exigente y buscan animales de buena genética para comprar que conviertan rápido su alimento en carne, además está al alcance de cualquier productor, generalmente el pequeño habla de que la inseminación es muy cara, pero si hace su relación costo beneficio, asegurando la preñez de su vaca primeriza o de varios partos, se dará cuenta de que es rentable y efectivo”, finalizó el ingeniero Hugo Pistilli.