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Los aumentos salariales previstos por el gobierno del presidente Santiago Peña (ANR-cartista) dentro del proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024, fue uno de los temas abordados ayer en el programa Enfoque Económico, que se emite por radio ABC Cardinal y ABC TV.
El presidente de la República remitió a fines de agosto último el proyecto de PGN 2024 a consideración del Congreso con un incremento salarial de entre G. 3 millones a G. 8 millones, con el que se beneficia él, el vicepresidente de la República, los ministros, viceministros y otros.
A esta propuesta inicial, Peña le sumó el último martes, a través del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), una adenda al proyecto de presupuesto en la cual solicita a la Comisión Bicameral de Presupuesto del Congreso que incluya un aumento de G. 5 millones en la dieta de los 45 senadores y 80 diputados.
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Los aumentos generaron todo tipo de críticas de la ciudadanía y de una parte de los legisladores de los partidos de oposición, atendiendo las promesas de austeridad que había hecho el presidente de la República.
Peña, sin embargo, justificó su decisión en la materia argumentado que hace 10 años los parlamentarios no tienen un reajuste salarial y que por ello, era muy importante que tuvieran “un pequeño reajuste”.
Ferreira expresó que es un salario político
“La explicación que dio el presidente de la República es para recuperar el poder adquisitivo”, dijo el exministro Ferreira cuando se le consultó sobre el controvertido tema.
Añadió que este es un salario político, porque no ninguna relación con la productividad de cada uno de los parlamentarios, ya que tienen una sesión y una reunión de comisión.
A su criterio, en promedio, un diputado y senador trabaja posiblemente 10 horas semanales, que representa 40 horas al mes, mientras que los trabajadores del sector privado trabajan 48 horas semanales para ganar un salario mínimo de G. 2.680.373.
Con 40 horas semanales al mes, más otros beneficios como jubilación en 10 años, cobran unos G. 800.000 por hora y esto “no es un salario chico”, afirmó y reforzó su argumento señalando que este monto cobra un abogado caro, de un estudio jurídico caro, y a las empresas multinacionales.
“Entonces, el salario es bueno, es un salario políticamente determinado, no creo que haya que buscar valores reales detrás de esto”, insistió.
Lo que perciben en el Ejecutivo y en el Parlamento
Los parlamentarios perciben hoy una dieta de G. 29.606.840 y un gasto de representación de G. 3.168.000, lo que representa un ingreso total de G. 32.774.840 mensual. Con el incremento solicitado, de aprobarse, pasarán a cobrar en total G. 37.774.840.
En cuanto a la remuneración del presidente de la República, pasará a ganar G. 44.908.800 (G. 7 millones más); el vicepresidente Pedro Alliana, G. 39.780.000 (G. 3 millones más); los ministros G. 28.851.200 (G. 4 millones más) y los viceministros G. 25.592.000 (G. 8 millones más).
¿A cambio de qué solicitó el aumento el presidente?
El exministro señaló que le gustaría saber porque el presidente Peña solicitó el incremento, a cambio de qué o qué le forzó a hacer esto.
Recordó que, normalmente, son los parlamentarios quienes se autoaumentan sus sueldos, por lo que esta sería una de las primeras ocasiones en que el Ejecutivo pide, a través de una adenda, el incremento, se quema el Ejecutivo y no los parlamentarios, apuntó.
Agregó que si se negoció algo se sabrá en los próximos días o semanas, en ese sentido se habla mucho de aprobación a libro cerrado que podría ser la moneda de cambio.
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Aclaró empero que si no existe ninguna negociación es todavía más preocupante, porque le están haciendo arrodillar al presidente a 70 días de su mandato. Pasó muy poco tiempo y podría haber un deterioro del poder del presidente de la República, lo que no es bueno para nadie que el presidente pierda tan rápido su poder”, explicó.
En ese sentido, insistió que los problemas que pueda tener el presidente Peña son preocupantes, porque con qué fuerza podría encarar las soluciones de los temas en las que necesitará poder para concretarlas.