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El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dio a conocer ayer su informe de situación financiera de la administración central al mes de setiembre, en donde se detalla el panorama económico en general, los ingresos, los gastos, la inversión pública y el resultado fiscal.
La presentación realizada a través de una conferencia de prensa virtual estuvo a cargo del director Política Macrofiscal, Rolando Sapriza; y del director de Gobierno Abierto, Felipe González.
El informe indica que al noveno mes del año los ingresos totales acumulados ascienden a US$ 31,30 billones (US$ 4.288,5 millones), lo que implica un aumento de 4,9%.
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Los ingresos totales incluyen a los tributarios, que crecieron 4,2%; los royalties y compensaciones pagadas por Itaipú y Yacyretá, que aumentaron 22,1% y otros ingresos no tributarios, que cayeron 0,4%.
Con respecto al gasto total, el informe señala que muestra un incremento del 14,9%, aunque a un ritmo levemente menor a lo registrado en los meses anteriores.
El aumento, añade el informe, se explica en parte por la suba de los salarios en el sector salud, educación y seguridad nacional: y en las prestaciones sociales, por el pago de jubilaciones y la pensión alimentaria para adultos mayores.
Los gastos rígidos cada vez son mayores
La cartera de Economía resalta en este punto, que la rigidez del gasto representa un porcentaje cada vez mayor de los ingresos totales, al mes de setiembre equivale al 74% (había llegado a 90% en pandemia), unos G. 23,16 billones (US$ 3.173,5 millones).
Si comparamos los gastos rígidos solo con los ingresos tributarios, que a setiembre sumaron G. 23,82 billones (US$ 3.264,2 millones), representa 97,2%.
Dentro de los gastos rígidos, los servicios personales o gasto salarial se llevaron el 66% de los ingresos tributarios, es decir que de cada G. 100 que la gente paga en impuestos G. 66 van para remuneraciones y otros beneficios del personal.
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Según el informe, ese 66% se distribuye de la siguiente manera: 25 educación, 12% salud, 14% policías y militares, 15% administrativos.
La inversión pública, por su parte, se reduce 19,3% con respecto al mismo periodo del año pasado, volviendo a niveles más consistentes debido al gradual retorno al tope de déficit fiscal de 1,5% previsto para el año 2026.
En ese contexto, las autoridades mencionaron que se espera que esto se complemente con las inversiones vía alianza público privada (APP) para seguir dinamizando la economía.
Déficit fiscal anualizado a setiembre
Con estos números, setiembre cerró con un déficit acumulado de US$ 813 millones, que representa 1,85% del PIB, y registra un resultado operativo negativo de 0,50% de PIB.
El déficit anualizado, en cambio, se situó en 3,25% del PIB, que representa una leve mejora con respecto a los meses anteriores.
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Las autoridades explicaron que a fin de año el saldo rojo rondará el 4,1% del PIB, atendiendo que se deberá pagar la deuda a las empresas constructoras y a las farmacéuticas.
En principio, el gobierno presentó un proyecto de ley de medidas extraordinarias y pide autorización para elevar el tope de déficit de este año a 4,1% y emitir bonos o contratar préstamos por un monto de hasta US$ 600 millones para cubrir la deuda con constructoras y farmacéuticas.