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La presidenta de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), Gloria Ayala Person, destacó la necesidad de que los empresarios aborden lo que consideró como la nueva “pandemia silenciosa”, que puede desatarse si la desatención del desarrollo social y seguridad sicológica de los colaboradores es una constante.
Las declaraciones las brindó tras concluir el XIV Congreso Internacional de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y Sostenibilidad, desarrollado el jueves y viernes últimos, en el Paseo Galería.
El evento contó con la participación de unas 225 personas. La actividad se desarrolla cada año a fin de seguir aportando a la formación integral del empresariado en su responsabilidad social, con el principal objetivo de lograr su participación activa en la transformación del país.
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“Estamos en una era en la que el mundo interconectado enfrenta varios desafíos, por lo que el rol de las empresas y organizaciones se extiende mucho más allá del éxito económico”, aseguró la titular de Asociación. Añadió que las empresas son agentes fundamentales de cambio.
“Debemos usar nuestro poder para impulsar transformaciones positivas, impactando en las comunidades, en entornos ambientales, en la calidad de vida y en las generaciones futuras”, explicó.
La presidenta de la ADEC recalcó que el evento, que se realiza hace más de una década, “es un testimonio de nuestro reconocimiento al potencial y de nuestra responsabilidad para orientarlo hacia el bien común”, dijo.
El congreso se desarrolló según los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), los cuales son un conjunto de reglas a seguir a la hora de tomar decisiones empresariales.
Aprovechar oportunidades, haciendo las tareas hoy
Por otra parte, Ayala Person aprovechó la oportunidad para recordar los indicadores macroeconómicos, que en este 2023 ubica a Paraguay entre los de mayor crecimiento en Latinoamérica con un 4,5%.
Agregó que el país es el mayor productor per cápita y el mayor exportador de energía eléctrica limpia y renovable del mundo, aspectos que en su conjunto representan el mejor clima de negocios en la región. “Está entre los primeros en el mundo como productor y exportador de carne, soja, chía, Stevia y yerba mate. Además, atraviesa un momento único en la historia, como valor agregado fundamental, el bono demográfico”, dijo.
Recalcó que “la demanda clave es hacer que los recursos, el crecimiento y los avances se traduzcan en cambios para que el país se convierta en un centro de atracción de inversiones”.
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Consideró que para lograrlo se debe combatir el contrabando, generar nuevos puestos de trabajo, invertir en una educación acorde con las necesidades, avanzar en la reestructuración de la salud pública, la seguridad jurídica y la gestión eficiente de la política fiscal.
“Las urgencias se ilustran con que tenemos 1 de cada 4 paraguayos sigue en situación de pobreza, 6 de cada 10 en la informalidad y 6 de cada 10 jóvenes no terminan la secundaria”, mencionó.
“Atender la salud mental”
Andrés Silva, consultor, conferencista y facilitador de procesos de cambio en sistemas organizacionales estuvo a cargo del taller referente a la seguridad sicológica, ocasión en la que fundamentó la importancia de abordar al colaborador como un todo, y no sólo su salud biológica, sino que atender la salud mental.
La actividad se desarrolló como parte de la agenda del Congreso Internacional de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), el viernes último.
“Más allá de las diferencias culturales entre las empresas, la seguridad sicológica es la capacidad que tiene una persona de sentir que pertenece, que participa, que contribuye a la organización de la que forma parte, pudiendo expresar lo que piensa y lo que siente en alguna medida, sin miedo a una represalia”, explicó Silva.
Añadió que los responsables de las organizaciones deben ver la salud desde un punto de vista integral y no solamente lo biológico. “Entender al ser humano como un todo, donde la sicología y la salud mental juegan un rol central”, afirmó.
Además, durante el taller, desarrolló los diferentes “ADN” de las firmas.
Finalmente, invitó a la gente a seguir conversando del tema. “Creo que la ADEC está dando un paso muy acertado al proponer un tema como este y que estos foros son necesarios para reflexionar y promover herramientas”, opinó.
El consumo responsable
Entre las propuestas desarrolladas por la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC) figuró el consumo responsable, que implique el análisis del impacto ambiental y de justicia social que eso conlleva.
Al respecto, Anahí Brítez, Directora de Asuntos Corporativos y Legales de Cervepar comentó que esta empresa centenaria es la única que tiene una recicladora de vidrios y que el incremento de esta materia prima permitió visualizar la oportunidad de negocio y exportar vidrio reciclado.
En el desarrollo de ese negocio implica que los consumidores acerquen las botellas vacías, acción que representa incomodidad, pero que se logra con el incentivo de que el producto tiene un precio más barato.
Una experiencia similar se plantea con la empresa “El Despencero”, cuyo negocio prácticamente es sinónimo de incomodidad, pues el cliente debe acercarse al sitio con sus propios paquetes para llevar los productos, comentó su propietario, Horacio Ruidias.
Esta modalidad de negocios permitió ahorrar kilos de plástico que no fueron utilizados solamente en traslado de las mercaderías.
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Por su parte, Darmy Martínez, de Paresa, comentó sobre la producción de botellas de plástico reciclado, hechas a partir de las mismas. Para lograrlo, calificó a los recicladores como “héroes urbanos”, pues clasifican la materia prima.