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Finalmente, tras cuatro años de retraso, la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), cuyo titular es Félix Kanazawa, inauguró ayer la polémica obra de ampliación del espigón norte del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. El acto contó con la presencia del presidente de la República, Mario Abdo Benítez y otras autoridades nacionales.
Esta obra ya debía inaugurarse a finales de 2019, si se cumplía el plazo del contrato de la empresa Estructura Ingeniería SA (EISA), de Alberto Palumbo, firma que fue adjudicada para las mejoras durante la administración de Edgar Melgarejo, quien fue declarado hace poco “significativamente corrupto” por Estados Unidos.
Sin embargo, la Dinac tuvo que rescindir el contrato con dicha empresa, en marzo del año pasado, por serios incumplimientos detectados en la ejecución de la obra y por los excesivos retrasos, por lo que la misma quedó inconclusa. La empresa cobró G. 18.347 millones antes de dejar los trabajos.
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Tras la rescisión del contrato, la Dinac esperó más de un año para recuperar las garantías del contrato con EISA y contrató a la empresa Agroindustrial Tacuara SA, presidida por Julio César Villalba Argüello, que se encargó de completar los trabajos que faltaban por G. 758.200.804.
Este segundo contrato se firmó el 29 de marzo último, pero también se demoró por una protesta que se presentó ante la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
Finalmente, tras la definición de la protesta, culminaron las obras y se pudo inaugurar ayer.
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Fiscalía investiga indicios de corrupción
La fiscalía está investigando los indicios de corrupción en esta obra, ya que tanto la Dinac, la Contraloría y la DNCP elaboraron informes que revelaron varios incumplimientos en la ejecución del contrato del EISA. Por ejemplo se constató que fueron certificadas obras no realizadas en algunos casos y en otros trabajos que no cumplen con las cantidades exigidas en el pliego.
También se comprobó un retraso importante en el plazo de ejecución de la obra de 343 días, lo que implicaba una multa a ser aplicada de G. 6.013 millones a la empresa. Por esta razón, EISA fue sancionada en enero último, con una inhabilitación de seis meses para contratar con el Estado, porque actuó de “mala fe”, según DNCP.
El fiscal Francisco Cabrera Sanabria, de la Unidad Especializada en Delitos Económicos y Anticorrupción (UDEA), está investigando el caso. La carpeta fiscal se abrió en agosto del año pasado, luego de una denuncia penal que presentó la Dinac, tras la rescisión del contrato con EISA.
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El fiscal de la causa señaló hace poco a ABC Color, que la primera hipótesis con relación a la empresa EISA, contratista de esta obra, es una eventual estafa y la presunta participación de los funcionarios en ese hecho.
Al mismo tiempo indicó que ya contaba con casi toda la documentación que requirió en su momento y que están en un etapa de análisis para poder tomar una decisión.
La Dinac también inauguró el hangar que financió la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica) en el predio del aeropuerto para capacitación.