Cargando...
“En el invierno se debe abrir lo menos posible las colmenas, si se tomaron todas las precauciones recomendadas para el otoño, solo se efectuarán revisiones esporádicas para ver que todo este bien.
Las revisiones han de ser mas bien externas: observación sobre nivelación de las colmenas, cerrado de aberturas de cajones viejos, mortandad de abejas frente a las colmenas, peso de la colmena a pulso para determinar la existencia de reservas”, empezó diciendo el ingeniero.
En cuanto al monitoreo y revisión dijo. “La revisión solo se hará en días apropiados, calmos, despejados y con temperatura superior a los 18 ºC, entre las 10:00 y 14:00 ó 15:00 horas. En estas revisiones se observarán la presencia de la reina, la reserva de alimentos y la sanidad”.
“Si falta alimento, o es insuficiente, se debe suministrar; si no se dispone de panal con miel se agrega jarabe de azúcar. No se debe descuidar nunca la reserva de alimentos, pues las colonias no sucumben por frío, sino por hambre. Si hay enjambrazón en invierno es por hambre, lo cual significa un descuido de los apicultores”, enfatizó el ingeniero.
Otro punto destacado por nuestro entrevistado fue en lo referente a la alimentación. “El alimento suplementario que se proveerá a la colmena se puede preparar con azúcar y agua, en la proporción de 1:1 (un litro de agua con un kilo de azúcar).
“También conviene dar una pequeña inclinación a la colmena hacia el frente para que escurra el agua de lluvia y se evite la humedad del interior”, finalizó.