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Las millonarias adjudicaciones del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para el seguro médico y odontológico no beneficia a los empleados de la institución, sino a las firmas adjudicadas. Se incumplen con los servicios que deberían prestar por lo que cobran, según indicó María Stela Silva Invernizzi, presidenta del sindicato de mujeres de la institución.
“Ese seguro vip no beneficia a los funcionarios, sino a los amigos empresarios que prestan el servicio. En este mismo momento tenemos una compañera que se hace diálisis día de por medio y nosotros tenemos que hacer actividades para cubrir todos los insumos”, expresó.
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La última contratación del MOPC para el seguro médico propiamente fue en marzo del año pasado y fue adjudicada a la empresa Protección Médica SA (Promed), representada por Alfredo Gabriel Menini Arancet, por un monto de G. 81.600 millones (US$ 12,9 millones al cambio actual).
En este momento, la institución nuevamente está licitando la contratación de un seguro médico y odontológico vip para sus 3.700 funcionarios, en la que se prevé gastar G. 88.800 millones por una cobertura de 24 meses.
Direccionamiento e incumplimientos
Invernizzi señaló el llamado en curso nuevamente estaría direccionado a Promed. “Siempre gana Promed, direccionado, y no por el gremio de mujeres precisamente. Yo hablo por mi gremio, porque somos nosotras las que luchamos a favor de los compañeros y compañeras”, expresó.
Agregó: “Hacen lo que quieren, ni el contrato cumplen mínimamente. Ese es mi reclamo desde hace años, si por lo menos cumpliesen con el contrato”, expresó. Asimismo, señaló que octubre último pidieron, por ejemplo, vía nota que se repongan en la lista de prestadores varios sanatorios que fueron excluidos sin ninguna explicación.
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La sindicalista también señaló que en las condiciones actuales preferirían ser asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS). “Si hubiéramos tenido IPS otro hubiera sido la historia, aunque sea íbamos a organizarnos y hacer funcionar mínimamente ese seguro, algo que no hacen nuestros pares del sector privado por desidia, por desinterés o porque no saben cómo organizarse o porque son explotados por sus patrones, que ni tiempo ni ganas tienen para organizarse”, expresó.
Agregó que la clase trabajadora en general, sea del sector público o privado, “merece acceder a una atención integral y digna y que la salud pública, que tiene que ser gratuita” y que “el seguro médico privado es un negocio corporativo que no tiene como sujeto de su interés al trabajador, sino es un negocio empresarial”.