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En botellas de plástico de diferentes tamaños, ya sea sobre una mesa mesa o simplemente en el piso se ofertan combustibles en arterias principales del departamento Central. Este es un panorama que se observa desde hace meses y ya se extiende en barrios, como un producto más de las pequeñas unidades de negocios de ingreso familiar.
La gente, con la ilusión de ahorrar unos guaraníes en la comercialización del insumo para el transporte, expone no solo a sus vehículos al comprar un producto de posible mala calidad, sino su vida.
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Cabe recalcar que el combustible es un producto altamente inflamable, que puede provocar accidentes incluso con la colilla de un cigarrilo,sin importar la temperatura del ambiente, pues de manera inmediata se enciende el producto y sus llamas no se pueden sofocar con agua y tampoco con un extintor común. Los matafuegos se clasifican en letras, A, B, C, D y K, y sólo el segundo se utiliza para sofocar hidrocaburos líquidos, según explicó el Tte. 1° Víctor Campuzano, bombero voluntario.
Por las características del producto y para precautelar la seguridad de la ciudadanía es que el Estado paraguayo estipula una serie de normas que se debe cumplir para evitar catástrofes y sobre todo, para una inmediata contención en caso de percances. Todas esas reglas van desde la importación, traslado, recarga en las gasolineras y disposición final, estipulados en el Decreto N° 10.911/2.000.
Sin embargo, todas esas disposiciones son ignoradas por numerosos pobladores e incluso en complicidad con las autoridades locales y del Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, pues las instituciones que deberían combatir el flagelo “hacen la vista gorda” y el comercio irregular persiste y se fortalece.
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Existen puestos en las inmediaciones del puente Remanso, en la zona de la ciudad de Mariano Roque Alonso y camino a la frontera con Argentina, según corroboró nuestro diario.
La oferta es harta visible y alevosa, incluso fue denunciada por emblemas de combustible ante las autoridades de la Unidad Interinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando (UIC), cuyo titular es Emilio Fúster.
Al respecto, Jorge Cáceres, del sector de distribuidoras privadas de combustible, indicó que desde el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania los precios internacionales estuvieron volátiles y además, con la devaluación de la moneda de Argentina, el precio de los combustbiles argentinos es artificialmente más competitivo.
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“Hace quince días nos reunimos con Fuster y representantes de la Aduanas, la Armada Paraguaya, la Marina y de Delitos Económicos de la Policía Nacional. Nos dijeron que todos los días hace incautaciones pero no es suficiente”, dijo. Cáceres agregó que se les solicitó que se les notifique las zonas de comercio ilegal, a lo que los empresarios respondieron que “en todos lados hay, ni siquiera se esconden”.
Lamentó que esta situación implicó una caída de ventas en las gasolineras.
