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Máximo Espíndola, dirigente de pescadores de Ayolas, dijo que desde las 00:00 de ayer pararon las actividades en el distrito, atendiendo el inicio de la veda pesquera. Hasta el 15 de diciembre no podrán hacer pesca comercial y deportiva en aguas compartidas con la Argentina, ríos y lagos internos.
Solicitó a sus asociados respetar la veda para no exponerse a fuertes sanciones previstas por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), mediante la Resolución N° 713/2022 referente a la veda pesquera 2022-2023, así como en la Ley de Pesca aplicada por el Ministerio Público.
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Por otro lado, dijo que el 2022 fue año negativo para el sector de la pesca comercial, principalmente por el bajo caudal de agua en el río Paraná a la que se sumó la gran cantidad de algas en el cauce hídrico.
Por la crisis hídrica los peces no llegaban a la zona de Ayolas, sino se mantenían en el sector de Cerrito y de Paso de Patria del departamento de Ñeembucú. Muchos pescadores que no pudieron trasladarse a esos lugares por el elevado costo en combustible y materiales de pesca tuvieron un año muy negro.
“Esta situación afectó a las familias dedicadas a la pesca comercial y también a la economía ayolense. Es sabido que la actividad pesquera mueve un 80% la economía en la ciudad”, expresó el dirigente.
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Por si fuera poco, en los últimos días aparecieron flotando en el río Paraná peces muertos, como armado, surubí, dorado, boga y bagre. Los restos de peces venían desde la Central de Yacyretá, agregó.
También señaló que aguardan el segundo desembolso de G. 400.000 correspondiente a la compensación programada por la Entidad Binacional Yacyretá por el bajo caudal de agua, lo que impidió mayor cantidad de peces en la zona de Ayolas.
En octubre pasado, Yacyretá, a solicitud de pescadores comerciales de Ayolas, realizó el primer desembolso de G. 486.800.000 que fue distribuido entre 1.217 pescadores ayolenses (G. 400.000 a cada uno).