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“Altas autoridades o ex autoridades del país que son sindicatos por el gobierno de un país extranjero como significativamente corruptos es interpretado por cualquier persona como que la corrupción es el régimen imperante en el Estado y en el país para cualquier actividad”, indicó Barreto ante la consulta de ABC.
El anuncio de la designación del vicepresidente Hugo Velázquez “significativamente corrupto” se dio a conocer ayer en una conferencia de prensa realizada por el embajador de los Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, en la sede diplomática en Asunción.
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Ostfield dijo que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, anunció la designación del vicepresidente Velázquez “debido a su participación en actos de corrupción significativos, incluido el ofrecimiento de soborno a un funcionario público y la injerencia en procesos públicos”.
La acusación del gobierno estadounidense también afecta al exfiscal Juan Carlos Duarte, hasta entonces director jurídico de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), por supuestamente haber ofrecido un soborno para obstruir una investigación contra los intereses del vicepresidente.
Instituciones débiles y poca transparencia
El exministro Barreto sostiene que esta situación implica, entre otros, instituciones débiles, con poca transparencia en sus decisiones, inseguridad jurídica y reglas del juego inestables y que todos estos factores reducen la confianza y la credibilidad e incrementan sustancialmente la incertidumbre y los riesgos de hacer negocios o de vivir en el país.
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El economista afirmó que estos factores ya venían reflejándose en las encuestas de Transparencia Internacional y en las calificaciones de riesgo de la deuda soberana de nuestro país. “Veremos cómo las instituciones nacionales, como la Fiscalía y el Poder Judicial manejan estos hechos y qué desenlace tienen con el tiempo”, indicó.
A su criterio lo óptimo sería que actúen con responsabilidad e independencia para investigar y tomar las decisiones judiciales que correspondan en cada caso, para poner las cosas en su lugar y castigar las conductas que estén fuera de la ley.