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A criterio del exministro de Hacienda, Manuel Ferreira, desde hace tiempo ya estamos con una política monetaria suficientemente contractiva para controlar la inflación, por lo que no se puede permanecer con una tasa tan elevada de 7,75%, con un costo del dinero tan alto y empresas tan endeudadas, que atraviesan en una dura situación desde hace tiempo.
“Me parece que eso es un problema”, dijo Manuel Ferreira en conversación con ABC tras realizar un análisis sobre la situación por la que atraviesan las empresas fuertemente golpeadas por la pandemia del covid-19 y siguen en su lucha por lograr recuperarse.
Dijo que hoy el BCP va a dar a conocer la inflación del mes de junio y aseguró que se tendrá un incremento debido a que subió el combustible y esto, sin lugar a dudas, va a tener su impacto.
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¿Qué puede hacer el BCP con este aumento del combustible subiendo la tasa de interés y restringiendo la cantidad de dinero?, se preguntó, y se respondió que, en realidad, no puede hacer gran cosa.
“Creo que es el momento de pensar un poco en el daño estructural que vamos a hacer a los generadores de riquezas en Paraguay, fundamentalmente a aquellas que están en el sector urbano”, afirmó Ferreira.
Tasa de interés de política monetaria
La tasa de referencia del BCP hasta julio del año pasado se encontraba en 0,75%, en agosto aumentó a 1% y desde entonces los ajustes se realizan cada mes para llegar al nivel actual de 7,75% en junio último.
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La banca matriz, con esta medida, intenta frenar la inflación, que se disparó en los últimos meses, principalmente por la suba generalizada de los precios de los alimentos y de los combustibles derivados del petróleo.
En junio, la inflación fue de 0,2%, la acumulada se situó en 5,4% y la tasa interanual en 11,4%, pero al cierre de este mes de nuevo se registró una suba de los precios de los combustibles, que tendrá su impacto tal como sucedió en los meses anteriores.
Hasta dónde subirán la tasa de interés
Sostuvo que está claro que no podía seguir en 0,75%, pero tampoco que sea 7,75%, como hoy, que es siete puntos más alta, porque se empieza a encarecer todo el crédito en este proceso duro que están viviendo las empresas.
Indicó que la pregunta es hasta dónde el BCP puede subir su tasa y manifestó que está de acuerdo con la tendencia, pero no con el volumen de lo que se está haciendo, porque la banca matriz dice que su política tarda dos años en hacer efecto y señala que la inflación va a estar en 4,5% en dos años.
Entonces, añadió, ya se tiene una tasa dentro del rango que busca, que es entre 2% y 6%, lo más cerca posible del 4%, pero quieren bajarla a 4% y siguen subiendo la tasa de interés en un momento en el que el efecto de la política monetaria ya es extremadamente limitada y el daño que se genera a las empresas, sobre todo a las Mipymes es “gravísimo y puede ser permanente”.
Empresas están muy golpeadas
El exministro de Hacienda explicó que las empresas están muy golpeadas, que vienen con una mochila pesada que es la deuda, que mediante las normativas existentes del BCP y las resoluciones especiales emitidas, fueron refinanciadas las que no pudieron pagarse por las pérdidas registraron.
Dijo que en el país el crédito total asciende a unos US$ 17.000 millones, pero alrededor del 17% se refinanció con la normativa del BCP, pero durante la pandemia sacaron normas especiales covid, con las que se refinanció cerca del 20%, de alrededor del 40% del total de la cartera, que no pudieron pagar.
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Añadió que vino la sequía y se emitió una resolución que dispone la refinanciación de todos los créditos agropecuarios y su vigencia fue hasta el 31 de diciembre de 2021, por lo que se volvió a una situación de supuesta normalidad desde el 1 de enero de 2022, no fue normal porque las empresas habían tenido pérdidas importantes durante el tiempo de la pandemia.
La Superintendencia de Bancos (SIB), sin embargo, “al revisar con su normativa los balances de las empresas, concluye que estas empresas tienen debilidad financiera, que quiere decir que su balance está flojo, no ganó mucha plata, perdió ventas. Claro, porque por eso hizo el pedido de refinanciación”, agregó.
Señaló que ante esta situación, la SIB recomienda reclasificar a esas empresas, se les baja de categoría a 2 y 3, dependiendo del caso, por lo que ningún banco les va a dar créditos. “Entonces, la Superintendencia debe entender esta situación, porque está poniendo en riesgo toda la economía”, advirtió.