Una leyenda inolvidable y recordman mundial inalcanzable

Un día 13 de diciembre de 1956 se lanzaba al agua en el puerto de Concepción Luis Gilberto Ruiz, esperando realizar la más grande hazaña en su historial deportivo, batir el récord de permanencia en el agua. Todo el pueblo paraguayo estaba atento a lo que pudiera realizar este gran deportista. Un hombre que empezó jugando al fútbol en el club Cerro Porteño, en el puesto más difícil: arquero, pero una lesión en la rodilla hizo que no pudiera continuar atajando (lo hizo en inferiores). Luego practicó básquetbol en El Mbiguá, así como natación y remo. Atletismo en el Guaraní y el Alumni. Este delfín del agua nadó desde el año 1951 al ‘56, el año en que cumpliría su mayor proeza nadando.

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Unió Concepción hasta el puerto de Itá Enramada-Asunción en 106 horas y cuatro minutos, consiguiendo ese logro mundial de permanencia en el agua, inalcanzable hasta la fecha. Luis Gilberto Ruiz nació en la ciudad de Limpio, un 4 de junio de 1923, para constituirse con el tiempo en uno de los más grandes deportistas que dio nuestro país.

Quizás para los jóvenes y niños esta hazaña parezca muy lejana, pero es necesario que lo sepan y conozcan, ya que hace 50 años el deporte paraguayo gozaba y deliraba por esa gran conquista de este monstruo de las aguas, un paraguayo auténtico que por medio del deporte dio renombre a este pequeño país mediterráneo, que siempre vivió en zozobras por esas conducciones políticas que tuvo y sigue teniendo el Paraguay, que sueña y despierta cada día queriendo encontrarse con un cambio sustancial, que parece alejarse cada vez más. Hombres como Ruiz y otros grandes deportistas supieron y seguirán brindando al pueblo sufrido y callado, aunque sea estos momentos inolvidables que nos da el deporte, pasajeros pero imperecederos.

Fue el más grande logro de Luis Gilberto Ruiz a los que se suman otras proezas que fueron realidad y la que no pudo ser, como cruzar el Canal de la Mancha en dos oportunidades, donde el frío y el viento lo impidieron. En natación suman el raid Asunción-Villa Hayes, Asunción-Formosa, permanencia en el agua de 35 horas en la Bahía de Asunción. El de río Paraná-Puerto Adela (Ciudad del Este), entre otros.

La semana del 13 al 17 de diciembre no será olvidada y nuestro diario se une para distinguir a uno de los más grandes nadadores que dio el país: El Delfín Luis Gilberto Ruiz, quien hoy sigue con lo que le gusta, el agua, enseñando a otros a nadar para que posiblemente alguna vez aparezca otro grande como él, inigualable hasta hoy y pueda acercarse o romper este récord mundial casi imposible. Hoy imparte clases de natación y salvataje para todas las edades, en su escuela de natación techada y atemperada y posiblemente seguirá produciendo campeones que se mirarán en ese espejo grande que nos dejó con su imponente nado y el sacrificio que requiere y requirió todos esos años para lograr lo que hizo.

Hoy recordamos y nos lanzamos al agua de los recuerdos de Luis Gilberto Ruiz, para reconocer sus méritos y palmarés inalcanzables, del que una vez quiso ser arquero del club más popular del país y por una lesión no lo hizo, pero buscó en otros deportes como el básquetbol, atletismo, el remo, para llegar a la natación, lo que le daría éxitos inolvidables e inalcanzables hasta hoy.

Y cómo olvidar este 17 de diciembre, cuando en Itá Enramada conseguía este récord inalcanzable, donde el pueblo acudió para brindarle su afecto y cariño en ese día tan grande hasta hoy y en caravana inacabable acompañarle y pasear su estampa por el centro de Asunción.

Gracias don Gilberto Ruiz. Usted nos legó una leyenda y hoy lo que estuvimos en aquel día presente lo recordamos y agradecemos por ello, y el pueblo paraguayo se siente feliz por ello y especialmente por esos cuatro días y algo más (del 13 al 17) que no olvidaremos en este mes de diciembre.
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