En cuartos de final, Wawrinka se medirá a su compatriota Roger Federer, actual número 3 del mundo.
Será una reedición del duelo de cuartos de final de 2015, en el que Wawrinka había ganado en tres sets, por 6-4, 6-3 y 7-6 (7/4), como presagio al título que iba a conquistar en la capital francesa unos días más tarde.
Tsitsipas y Wawrinka protagonizaron un partido para el recuerdo, de 5 horas y 9 minutos, en un día de altas temperaturas en París en el que la intensidad no decayó hasta el final.
“Esto es lo peor del tenis, el peor sentimiento, cuando pierdes”, lamentó Tsitsipas, que acabó en lágrimas y totalmente abatido.
“Estoy agotado. No sé, nunca viví algo así en mi vida. Estoy muy decepcionado” , añadió.
El joven ateniense, que comenzó el torneo como uno de los favoritos al título, es uno de los hombres que ganó a Rafa Nadal en la temporada sobre tierra batida, en las semifinales del Masters 1000 de Madrid.
Wawrinka o Federer serían el rival de Nadal en unas eventuales semifinales en este Roland Garros.
“Esto es increíble, volví de mi lesión para poder vivir emociones así”, afirmó Wawrinka tras su triunfo.
El jugador suizo de 34 años, tres veces campeón en torneos del Grand Slam (Abierto de Australia 2014, Roland Garros 2015 y Abierto de Estados Unidos 2016), no había alcanzado la segunda semana en un grande desde que hace dos años fue subcampeón en París, justo antes de su doble operación en la rodilla izquierda, que le hizo alejarse de la primera línea.