“He tenido momentos muy buenos y muy malos sobre esta pista, y puedo decir que los buenos saben mucho mejor. Estoy encantado de poder levantar este trofeo de nuevo”, dijo un emocionado Murray sobre el césped de 'La Catedral'.
“He jugado muy bien y hay que elogiar también a Milos, que ha tenido unas semanas magníficas sobre hierba. En semifinales eliminó, en un partido fantástico, a Roger Federer; y no mucha gente puede decir eso”, prosiguió. El tenista de Dunblane se reencontró en la final con Raonic, al que ya había derrotado la pasada semana en el partido por el título en Queen's, también sobre hierba, y lo superó por 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2) para sumar su tercer Grand Slam.
“Cada vez que me enfrento a él siento que ha mejorado mucho. Trabaja con un gran equipo, con Carlos (Moyá), Ricardo (Piatti) y John (McEnroe). Sólo puedo decirle que lo siento por hoy”, afirmó. Este domingo, Murray levantó tres años después el trofeo sobre la hierba de 'La Catedral', aunque insistió en que ahora lo disfrutará “mucho más que la última vez”.
“La última vez sentí mucho estrés y nerviosismo. Esta noche voy a disfrutarlo más que la última vez, os lo aseguro”, dijo entre lágrimas un Murray que también recordó a su más allegados: “Gracias a todo mi equipo y a mi familia por ayudarme tanto. Os quiero mucho a todos”, apuntó.
Por su parte, Raonic no dudó en elogiar al ídolo local y nuevo campeón y aseguró que va a hacer “todo lo posible por regresar a una final” en Wimbledon. “Era un desafío muy difícil. Andy lleva mucho tiempo jugando a un gran nivel y se merece ser campeón por segunda vez aquí. Muchas felicidades”, comentó el canadiense.
“Han sido dos semanas maravillosas. Y me llevo un tiempo espectacular en Londres, también por la final de Queen's. Intento mejorar cada día para tener estas oportunidades y voy a hacer todo lo posible por volver un día”, manifestó.