Stephens, decimotercera sembrada, superó a la europea, sexta favorita, por 7-6 (7/5), 6-1, en una final inédita del certamen que se disputa en Key Biscayne.
Ambas jugadoras tuvieron su mejor actuación en el torneo de Miami, pués Sloane había llegado hasta cuartos en 2015, cuando cayó ante la rumana Simona Halep, mientras que en dos apariciones previas Ostapenko no había pasado de primera ronda.
La ganadora se lleva un premio de un 1.340.860 dólares y 1.000 puntos para el escalafón de la WTA. En tanto, Ostapenko se agenció un premio de 654.380 dólares y 650 puntos para el ranking.