Khachanov, de 22 años, se aseguró por su parte subir al 11º lugar de la clasificación ATP tras este título, el primero de su carrera en un torneo de categoría Masters 1000, la segunda en importancia en la jerarquía del tenis masculino, solo por detrás de los Grand Slam.
Djokovic, que el sábado había ganado una semifinal para el recuerdo ante Roger Federer, pareció acusar el esfuerzo físico y multiplicó errores inhabituales, intentando a menudo subir a la red para acortar los puntos y evitar largos intercambios.
Frente a él estaba un Khachanov más entero físicamente, que en la semifinal del sábado había ganado en dos cómodos sets al austríaco Dominic Thiem. El ruso estuvo sólido con su servicio y no dejó fisuras en su juego para que el serbio pudiera hacerle daño. Consiguiendo romper el saque de su rival para ponerse 6-5 en el primer set y 2-1 en el segundo, Khachanov pudo llevar las riendas de la situación. Djokovic no pudo adornar con un nuevo título, que hubiera sido su quinto en París-Bercy, una segunda parte de año espectacular.
En agosto inició una racha de 22 victorias seguidas que le llevaron a ser campeón en Cincinatti, en el Abierto de Estados Unidos en Nueva York y en Shanghai, lo que le ha terminado permitiendo volver al número 1.
Khachanov empezó la semana como 18º del ránking y a principios de año se movía alrededor del puesto 50. El lunes será undécimo, llamando ya a las puertas del Top 10 y confirmándose como una de las potenciales estrellas del futuro en el tenis.