Tras tres rondas en las que tuvo que remontar un set en contra para clasificarse, Serena ganó con gran autoridad en la Philippe Chatrier, en una hora y 5 minutos. Ahora jugará por un puesto en la final con la ganadora del duelo entre la suiza Timea Bacsinszky (N.23) y la belga Alison Van Uytvanck.
Ya ganadora en París en 2002 y 2013, la estadounidense busca en esta edición su 20º título de Grand Slam, que le acercaría al récord absoluto de la alemana Steffi Graf (22). Después de llegar con unos problemas en el codo derecho que le obligaron a abandonar el Torneo de Roma en octavos, Serena parece que ha alcanzado su mejor momento de forma en la recta final de Roland Garros.
Ante Errani, finalista de Roland Garros en 2012 y con la que nunca había perdido ni siquiera un set, Serena dominó con su potencia. Una estadística muestra la debilidad de la italiana. En el primer set sólo ganó el 25% de puntos con su primera bola y el 0% con la segunda.
Tuvo que esperar a la segunda manga para conservar su servicio por primera vez en el partido, entonces sacó más largo, a pesar de sacrificar un poco la potencia. El partido se equilibró un poco. Sólo unos minutos, porque Serena siguió golpeando con su martillo. Logró 39 ’winners’ por 9 de la italiana, lo que inevitablemente decantó la balanza en poco más de una hora de juego.